Que los niños merecen una infancia donde jugar y tener acceso a libros, cuentos e historias es algo que nadie debiera dudas. Pero si encima se trata de niños que viven en zonas aisladas, sin libros, y habiendo visto y sufrido las atrocidades de la guerrilla y los paramilitares, entonces con mucha más razón.
La iniciativa del biblioburro es un sueño hecho realidad, además es una lección para todos nosotros: con muy poco el Señor puede hacer mucho, sólo con la disposición y el deseo de ayudar a otros podemos cambiar vidas.
Más información del biblioburro aquí.
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