“CLAMANDO A LA SANGRE”
Su sangre sería derramada para su salvación, lo cual incluye
plenitud en cada área de sus vidas.
Como con cualquier asunto espiritual o natural, usted debe hacer de la
Palabra su autoridad final.
A menos que sepa lo que la Palabra dice en relación al poder que está
disponible a través de la sangre de Jesús, usted no logrará ningún
beneficio al rogar por la sangre.
No hay duda de que hay poder sobrenatural en la sangre de Jesús que
fue derramada durante Su muerte en la cruz.
Apocalipsis 12:11: “Y ellos le han vencido por medio de la sangre del
Cordero y de la palabra del testimonio de ellos …”
Esta escritura está diciendo que usted es capaz de vencer los problemas
basado en su testimonio, o en la declaración de fe, junto con lo que la
sangre de Jesús hizo a su favor (1ª Pedro 1:18-22).
Por lo tanto, un importante paso al clamar a la sangre es declarar
su creencia en lo que la sangre ha logrado a su favor.
Para fortalecer su creencia en el poder de la sangre, considere lo que
ocurrió en la Última Cena.
Cuando Jesús tomó la comunión con Sus discípulos,
Él estaba estableciendo un pacto con ellos
(Lucas 22:20; 1ª Corintios 11:24-25).
Él les dijo que el vino representaba Su sangre – sangre que sería derramada
para su salvación, lo cual incluye plenitud en cada área de sus vidas.
Usted tiene un derecho a ese pacto también.
La sangre de Jesús fue derramada para su prosperidad total en la vida,
la cual incluye salud, sabiduría, provisión,
protección del peligro – ¡entre otras!
Por lo tanto, no haga nada por temor, incluyendo orar, leer la Biblia o
asistir a la iglesia.
La sangre de Jesús fue el pago final necesario para comprar su derecho
a poseer y ejercer el poder de Dios sobre Satanás (Lucas 10:17-19).
Esto quiere decir que el espíritu del temor no tiene autoridad ni
control sobre usted. Como justicia de Dios, usted no sólo es perdonado
y está en correcta posición con Él, usted también está capacitado por la
sangre de Jesús para conquistar el miedo, la enfermedad, la muerte
y cualquier cosa que venga para destruirlo.
Cuando usted ore, o confiese, la Palabra sobre su vida en relación a
lo que la sangre de Jesús ha hecho por usted, hágalo sin temor
(Filipenses 1:14).
Párese en su derecho para beneficiarse de lo que Jesús
hizo en la cruz.
A pesar de la situación, busque en la Palabra escrituras que se refieran
a lo que usted está atravesando, y en el nombre de Jesús, declare su derecho comprado por sangre para experimentar la bondad de Dios en sus
circunstancias.
Una vez hecho, comience a agradecerle a Dios por su liberación.
Aproveche el poder de la sangre de Jesús en fe, no por tradición o temor.
¡Ese es su pasaje para la seguridad en estos últimos días!
Fuente : Juan Crudo
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