Comentario de Clark sobre el Bautismo en la CFW

Gordon H. Clark

Gordon H. Clark

El hermano Raul Loyola está trabajando en la traducción de trechos de libros de Gordon H. Clark y Vincent Cheung y los está disponibilizando en su blog. Hoy le pedí autorización para publicar parte del comentario de Clark a la Confesión de Fe de Westminster. Específicamente el comentario al Capítulo XXVIII, que habla sobre el bautismo.

Les invito a leer este texto.

Sección I. El Bautismo es un sacramento del Nuevo Testamento, instituido por Jesucristo,[1] no para admitir solemnemente en la iglesia visible a la persona bautizada,[2], sino también para que sea para ella una señal y un sello del pacto de gracia,[3] de su injerto en Cristo,[4] de su regeneración, [5] de la remisión de sus pecados,[6] y de su rendición a Dios por Jesucristo, para andar en novedad de vida.[7] Este sacramento, por institución propia de Cristo debe continuarse en su Iglesia hasta el fin del mundo.[8]

Sección II. El elemento externo que ha de usarse en este sacramento es agua, con la cual ha de ser bautizada la persona en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, por un ministro del Evangelio legalmente llamado para ello.[9]

Sección III. No es necesaria la inmersión de la persona en el agua; sin embargo se administra correctamente el bautismo por la aspersión o efusión del agua sobre la persona.[10]

[1] Mateo 28.19, Marcos 16.18. [2] 1 Corintios 12.13, Gálatas 3.27-28. [3]. Romanos 4.11, Colosenses 2.11-12. [4] Gálatas 3.27, Romanos 6.5. [5] Tito 3.5. [6] Hechos 2.38; 23.16, Marcos 1.4. [7] Romanos 6.3-4. [8] Mateo 28.19,29. [9] Hechos 8.36,38; 10.47, Mateo 3.11. [10] Hechos 2.41; 16.33; Marcos 7.4, Hebreos 9.10,19-22.

El bautismo es una doctrina sobre la que hay desacuerdos claros entre los cristianos: el significado del bautismo se discute, no hay acuerdo sobre los sujetos que deben ser bautizados, el método del bautismo entre las iglesias es diferente, y si consideramos algunas de las pequeñas corrientes de pensamiento cristiano, se niega así mismo que Cristo haya ordenado el bautismo.

Primero, consideremos el significado del bautismo. Aunque la diferencia entre Bautistas y las otras denominaciones cristianas se supone que sea la insistencia Bautista en la inmersión, la raíz de la diferencia es más profunda que el significado atribuido al ritual. La sección I de este capítulo explica el bautismo como una señal del Pacto, el injerto de una persona en Cristo, la decisión de una persona de caminar en novedad de vida. Incluso entre estos elementos esta la remisión de los pecados. ¿Por qué, podemos preguntar, el uso del agua está relacionado con la remisión de los pecados? Estaba, verdaderamente, así relacionado en el bautismo de Juan, un bautismo pre-cristiano.

Juan 3:22-25 da luz sobre el tema. La práctica del bautismo por los discípulos de Juan y por los discípulos de Jesús, levantó una discusión sobre purificación. El Bautismo sugería purificación. Él debe haber simbolizado la limpieza del pecado. Similarmente, el bautismo de vasos y jarros en Marcos 7:4, seguido de lavarse las manos en el versículo anterior, muestra que el bautismo es una purificación. Así también, Hebreos 9:10 habla de diversos bautismos y los versículos 13,19 y 21 muestran que estos bautismos eran aspersiones para purificación. Por último, Hechos 22:16 dice: “bautízate y lava tus pecados”. A partir de estos versículos podemos concluir que el bautismo es un símbolo de la limpieza del pecado.

Los Bautistas no entienden el bautismo. Ellos sostienen que el bautismo simboliza la muerte, sepultura y resurrección de los creyentes con Cristo. Ellos citan Romanos 6:3,4: “…fuimos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo”.

Presbiterianos y otras denominaciones no niegan que el bautismo se refiere a Cristo y su muerte, mas ellos insisten en que esto no es toda la historia. Pasajes diferentes en el Nuevo Testamento por lo general se refieren solamente a una parte de la doctrina. Por ejemplo, Gálatas 3:27 habla de ser bautizados en Cristo, mas no menciona su muerte. Así que, obviamente, ni este pasaje, ni Romanos 6 mencionan al Padre y al Espíritu Santo, pero el mandamiento de Cristo es bautizar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Es evidente entonces restringir el bautismo a un símbolo de muerte de Cristo es enteramente inadecuado. Naturalmente, por lo tanto, si una teoría omite dos tercios del material relevante, muchos errores se pueden esperar.
El bautismo puede ser considerado como exclusivamente un símbolo de la sepultura con Cristo solamente ignorándose la mayoría de las cosas que el Nuevo Testamento dice sobre su significado. Si el sepultamiento tuviese que ser particularmente simbolizado, habría sido más apropiado cavar una tumba y usar tierra en lugar de agua para el bautismo. El agua es apropiada para simbolizar la limpieza, y esto es sin duda la enseñanza del Nuevo Testamento.

La sección III menciona el modo de bautismo: si es por inmersión o por aspersión. Más importante, sin embargo, es la pregunta con respecto a los sujetos que serán bautizados. ¿Solamente los adultos deben ser bautizados o los niños también? Procederemos, por lo tanto, a la sección IV, y retornamos después a la sección III.

IV. No sólo han de ser bautizados los que de hecho profesan fe en Cristo y obediencia a Él,[11] sino que los hijos de padres creyentes (aunque sólo uno de ellos sea) deben ser bautizados.[12]

V. Aun cuando el menosprecio o descuido de este sacramento sea un pecado grave, [13] sin embargo, la gracia y la salvación no están tan inseparablemente unidas a ella, de manera que no pueda alguna persona ser regenerada o salvada sin el bautismo, [14] o que todos los que son bautizados sean indudablemente regenerados.[15]

VI. La eficacia del bautismo no está ligada al preciso momento en que es administrado; [16] sin embargo, por el uso correcto de este sacramento, la gracia prometida no solamente se ofrece, sino que realmente se manifiesta y se otorga por el Espíritu Santo a aquellos (sean adultos o infantes) a quienes corresponde aquella gracia, según el consejo de la propia voluntad de Dios; en su debido tiempo.[17]

VII. El sacramento del bautismo se debe administrar una sola vez a la misma persona. [18]

[11] Marcos 16.15-16; Hechos 8.37-38 [12] Génesis 17.7,9, Gálatas 3.9,14; Col.2.11,12, Hechos 2.38-39; Romanos 4.11-12, 1 Corintios 7.14; Mateo 28.19, Marcos 10.13-16; Lucas 18.15 [13] Lucas 7.30; Éxodo 4.24-26; [14] Romanos 4.11, Hechos 10.2,4,22,31,45,47 [15] Hechos 8.13,23 [16] Juan 3.5,8 [17] 27 Gálatas 3.27, Tito 3.5, Efesios 5.25-26, Hechos 2.38,41 [18] Tito 3.5.

La segunda cuestión, por tanto, se refiere a las personas que deben ser bautizadas. Los Bautistas bautizan solamente a adultos, las otras iglesias bautizan infantes también. Algunos de nuestros buenos amigos bautistas (y de ninguna manera queremos cuestionar su devoción a nuestro Señor), pueden sostener que una autorización explícita del bautismo infantil sería la única justificación para el procedimiento cristiano común. Mas, si todos los detalles de un ritual tuviesen que ser explícitamente autorizados en el Nuevo Testamento, entonces significaría que las mujeres no deberían ser admitidas a la Cena del Señor. Más no todo está explícitamente registrado en la Escritura. Dios nos dio el don divino de razonamiento lógico, por lo que, como dice el primer capítulo de la Confesión (sección VI), ciertas cosas pueden ser deducidas a partir de la Escritura por buena y necesaria consecuencia.

Parte del material a partir de lo cual el bautismo infantil es deducido fue referido en los capítulos sobre el pacto y sobre la Iglesia. Primero, el pacto siempre incluye los hijos de los creyentes. cf. Génesis 9:1,9,13, Génesis 12:2,3 y 17:7, Éxodo 20:5, Deuteronomio 29:10,11 y Hechos 2:38,39. Y es necesario señalar que la señal del pacto fue administrado a los niños varones en el Antiguo Testamento. En segundo lugar, la iglesia del Antiguo y del Nuevo Testamento es la misma iglesia. No solamente fue el evangelio predicado a Abraham, de forma que aquellos en Cristo son la simiente de Abraham (Gálatas 3:8,29), mas Romanos 11:18-24 enseña que la rama judía fue cortada del árbol y una rama gentil pudiera ser injertada en el mismo árbol, y que la rama judía será de nuevo injertada de vuelta en el mismo árbol. Tenga en cuenta que es sólo un árbol con una raíz. Los Judíos serán restaurados, no en una nueva y diferente iglesia, sino al propio olivo en el cual los gentiles fueron injertados (Cf. Efesios 2:11-22). En consecuencia, si los niños recibían la señal del pacto en la época de Abraham, lejos de requerir autorización explícita para continuar practicando la inclusión de ellos en la Iglesia, requiérase una autorización explícita en el Nuevo Testamento para negarles el privilegio ahora.

Esta línea de razonamiento es más completa que cuando se señala que, así como la Cena del Señor substituyó la Pascua, así también el bautismo substituyó la circuncisión. Si no es suficiente señalar que el bautismo es el rito inicial en el Nuevo Testamento, que la circuncisión era el rito inicial en el Antiguo, y que, por lo tanto, el bautismo tomó el lugar de la circuncisión, debe ser suficiente leer Colosenses 2:11,12. De hecho, tenemos aquí la frase favorita de los bautistas, “sepultados con él en el bautismo” (ARC), mas esta es la frase utilizada para explicar “la circuncisión de Cristo.” El versículo 11 habla de una circuncisión sin manos, ella consiste en despojar el cuerpo del pecado, esos pecados son despojados, en la circuncisión de Cristo, ¿y qué significa esa frase? Significa ser sepultados con él en el bautismo. El versículo, posiblemente, puede ser mal interpretado a favor de la regeneración bautismal, mas la conexión entre la circuncisión y el bautismo difícilmente puede ser mal comprendida. Los niños, por lo tanto, deben ser bautizados.

La tercera cuestión, no es la más importante, pero sin duda una que excita el mayor interés público, y tiene ver con el modo de bautismo. ¿El bautismo debe ser realizado por aspersión o inmersión? Los Bautistas insisten en inmersión.

En respuesta a la alegación Bautista, el primer punto es que los verbos griegos, contrariamente a la afirmación Bautista usual, no significan sumergir. Esto es simplemente una cuestión de uso griego, y se puede fácilmente verificar. Por ejemplo, en la traducción griega del Antiguo Testamento, en Daniel 4:33 ( LXX. Dan. 4:30) dice que Nabucodonosor fue bautizado con el rocío del cielo. Él pudo haber sido bien mojado, tal vez una persona no puede decir científicamente que él fue rociado, mas el ciertamente no fue sumergido.

Dado que el punto en cuestión es el uso del griego, se puede apelar a los libros fuera de la Biblia. Ahora, en los libros apócrifos, Eclesiástico 34:25 (34:30 LXX.) Conecta el verbo bautizar con purificación. Una persona se debe lavar o bautizar a sí misma después de tocar el cuerpo de un hombre muerto. Números 19:13,20 muestra que la purificación, después del contacto con cadáveres, era realizada por aspersión. Por lo tanto, el verbo bautizar en el Apócrifo significa aspersión.

En el Nuevo Testamento el verbo para bautizar y otro verbo para lavar son intercambiables. Por ejemplo, Lucas 11:38 usa el bautismo para lavarse las manos antes de las comidas, mientras que Mateo 15.2,20 y Marcos 7:3 utilizan otro verbo para lo mismo.

Marcos 7:4 ss dice que los jarros y las camas eran bautizadas. Puede ser que la palabra cama sea una inserción de un copista y ni deba ser considerada como una parte de la Escritura. Mas el punto aquí es meramente el uso del griego. El copista sabía griego y escribió que las camas eran bautizadas. Ahora bien, una copa seria fácilmente inmersa, un vaso de metal sería más difícil de ser inmerso, mas casi no se puede creer que las camas sobre las cuales varias personas se reclinaban en las comidas tenían que ser inmersas. El Bautismo de ellas era simplemente una ablución.

Hebreos 9:10,13,19,21 es excepcionalmente claro. Aunque he leído varios libros Bautistas sobre el bautismo nunca encontré una explicación satisfactoria de estos versículos en ellos. Alexander Carson es uno de los mejores defensores Bautistas de la inmersión, sin embargo, su discusión de estos versículos es lamentablemente débil. En una ocasión le pregunté a un buen amigo Bautista – que era un gran estudioso de la Biblia – como él interpreta estos versículos, mas cambió de tema y no contestó. Sin duda, un pobre intento de Carson, y mi imposibilidad de encontrar un mejor intento Bautista no son concluyentes. Pero creo que los versículos de Hebreos son concluyentes.

En griego, las diversas abluciones de Hebreos 9:10 son varios bautismos. Que cada uno verifique por usted mismo. Incluso si alguien no puede leer griego, se puede ver que la palabra comienza con B, y la tercera letra es el signo algebraico Pi. Hay una T y una I fácilmente reconocibles. La palabra entera, por tanto es bautismos. Estas abluciones eran ciertamente purificaciones. Ahora, todas las purificaciones mencionadas en este capítulo de hebreos eran realizadas por aspersión. Algunas de estas aspersiones eran aspersiones con sangre. Otros con agua, como en el versículo 19. Sin duda uno de los pasajes del Antiguo Testamento aludido aquí es Levítico 14:50-52, donde tanto sangre como el agua son mencionadas. Así que el pasaje de Hebreos concluye con referencias a la purgación y purificación. Se deduce, pues, que podemos hacer referencia a la acción de rociar un bautismo.

Después del argumento muy fuerte, la discusión sobre el modo de bautismo se completa con un poco de humor, aunque confío en que no voy a ofender a mis buenos amigos bautistas. En 1 Corintios 10:1-2, se dice que los hijos de Israel que han sido bautizados en la nube y no en el mar. En 1 Pedro 3:20 el diluvio es dicho representar el bautismo. Ahora bien, aunque los Israelitas y Noé pudieron haber sido rociados un poco, solamente los otros fueron inmersos.

Las ideas en las secciones V y VI fueron tocados brevemente de pasada. La sección VII no necesita explicación. Mas una historia triste puede ser dicha para ilustrar su negación.

Un devoto amigo mío fue a una de aquellas escuelas bíblicas en las cuales el conocimiento de la Biblia no es muy profundo, ni muy extenso. Allí fue persuadido a ser inmerso, y él se convirtió en un ministro Bautista. Una pequeña iglesia quería que dedicara parte de su tiempo a ella, mas ellos insistieron en que el permitiese que lo sumerjan nuevamente, porque no había forma de saber si la escuela bíblica lo había hecho de la manera correcta o no. Así que, mi amigo, tranquilo y dispuesto a servir a una congregación descuidada, fue sumergido por segunda vez. Algunos años más tarde, cuando él no tenía más condiciones para predicar, una congregación Bautista fue formada en un pueblo muy cerca de la casa de mi amigo. Él tenía otras obras religiosas y no estaba disponible para trabajar como pastor, mas la gente y el pastor querían que se uniera a ellos como un miembro. Él se alegró de que así fuese, ya que esto ayudaría a otra congregación Bautista a comenzar. Pero antes de que lo recibieran como un miembro comulgante, ellos insistieron en que debía ser sumergido, ya que no había forma de saber cuan correctas había sido sus inmersiones anteriores. En este punto, mi amigo decidió que dos inmersiones eran realmente suficientes. El ayudaría a la congregación, él la visitaría, mas no se uniría a ella. La Confesión de Westminster declara que el bautismo debe ser administrado una sola vez a una misma persona.

Fuente: Gordon H. Clark, What Do Presbyterian Believe? Unicoi: The Trinity Foundation (2001). P. 238 a 244.

Traducción: Raul Loyola Román

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