Cómo Conocer la Voluntad de Dios – Voces, Voces, Voces

Voces, Voces, Voces

 

Objetivo: Que el estudiante aprenda sobre los diferentes tipos de voces que existen y que sepa cómo distinguirlos.

Introducción: Muchos cristianos dicen: “no puedo distinguir entre las voces que escucho en mi interior, no sé cuándo es Dios o el diablo, no sé cuándo soy yo”, algunos otros podrán decir: ¿acaso Dios habla en este tiempo? Para éstos últimos, me complace decirles: Dios sigue hablando y sigue deseando que Su pueblo le escuche y le obedezca.

Hace algunos años escuché el testimonio de la conversión, de un músico secular muy conocido en su país natal. En cierto momento del testimonio, comenzó a relatar cómo el diablo le tentaba a volver a su antigua vida, empezó a decir: “y el diablo me dijo…”; hasta ahí todo bien; pero luego en los siguientes minutos, comenzó a repetir esta frase tantas veces, que llamó mi atención y dejé de atender al contenido del testimonio y comencé a contar las veces que decía “y el diablo me dijo”. Fueron tantas, pero tantas veces, que perdí la cuenta y comencé a preguntarme a mí mismo: “¿y será que Dios no le dijo nada en todo ese tiempo?”

Me inclino a pensar positivamente, que Dios también le hablaba, pero lo que pasa es que, igual que este amado hermano, muchos de nosotros prestamos más oído a las mentiras del diablo, que a la verdad de Dios.

Tres tipos de voces y cómo las distinguimos

Básicamente podemos diferenciar entre tres tipos de voces: la voz de Dios, la voz del diablo y nuestra propia voz interior.

En realidad, distinguir entre la voz de Dios y la del diablo es muy fácil. Veamos cómo hacer esto.

Juan 10:10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

¿A qué vino el diablo? A matar, hurtar y destruir. Cuando percibimos una voz que habla cualquiera de estas tres cosas, podemos saber que NO es Dios. Dios nunca hablará derrota para nuestras vidas, tampoco hablará tristeza, dolor, ni pena. Dios es bueno todo el tiempo, si Él tiene que corregir algo en nosotros y es seguro que lo hará, lo hará siempre movido por el gran amor que nos tiene.

Juan 10:10 es una clave para discernir entre la voluntad de Dios y la del diablo; las obras de Dios y las del diablo; los propósitos de Dios y los del diablo.

Juan 8:44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.

Aquí, Jesús establece una gran verdad: el diablo es mentiroso y padre de mentira. Siguiendo este razonamiento, ¿qué significa entonces, cuando el diablo nos dice: “morirás de esta enfermedad”, “nunca saldrás de esta deuda”? Significa que no tenemos que morir de esa enfermedad y que sí podemos salir de esa deuda, depende de nuestra fe en Dios, de nuestra confianza en los testimonios de Dios y en rechazar las mentiras del diablo.

Salmo 19:7 La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.

Salmo 93:5 Tus testimonios son muy firmes; la santidad conviene a tu casa, oh Jehová, por los siglos y para siempre.

Si la guía interior, o la voz que percibimos en nuestro interior es de Dios, jamás irá en contra de la Palabra escrita de Dios. Si creemos las mentiras del diablo, sufriremos, pero si decidimos creer aquello que Dios nos dice, viviremos en la victoria que Cristo ya nos dio, por Su muerte y resurrección.

Juan 8:47 El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.

Es bueno saber que como nuevas criaturas en Cristo Jesús, podemos escuchar la voz de Jesús en nuestro interior, Jesús dijo que Sus ovejas oyen Su voz.

Juan 10:3-5,14,27 3A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. 4Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. 5Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. 14Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 27Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen.

En Juan 14, vez tras vez, Jesús habla acerca de que Sus ovejas oyen Su voz. Nota esto: “Sus ovejas oyen Su voz”, este es un privilegio reservado para cualquier hijo de Dios.

Nuestra voz interior

Nosotros tenemos una voz propia, es la voz de nuestra conciencia. Muchas veces escuchamos a alguien decir: “me remuerde la conciencia”. Cuando uno nace de nuevo, la conciencia es positivamente afectada, y viene a ser transformada por la Palabra de Dios, cuando uno nace de nuevo, la conciencia viene a ser la voz de nuestro espíritu.

La gente del mundo sabe cuando está mal lo que están haciendo, ellos no necesitan que se les diga; ellos saben en sus conciencias que está mal.

Romanos 2:14,15 14Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, 15mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos.

Podemos decir entonces que nuestra conciencia nos habla. Ahora bien, nosotros debemos cambiar de “conciencia de pecado” a “conciencia de justicia” y esto sólo se puede lograr a través del conocimiento revelado de la Palabra de Dios, que viene y transforma nuestra manera de pensar y por ende de actuar. Cuando caminamos en la Palabra de Dios, cuando renovamos nuestras mentes por la Palabra de Dios, nuestra conciencia nos guía de manera segura hacia los caminos de la voluntad de Dios y podemos ser libres de condenación y temor.

Mateo 26:41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.

1 Juan 3:21 Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios.

Un buen y sabio consejo

Muchas veces, cuando escuchamos o leemos sobre “oír la voz de Dios”, se levanta en nuestro interior, ese deseo santo por tener esta experiencia; podemos oír la voz de Dios en nuestro interior, algunas veces es posible que oigamos la voz de Dios de manera audible a nuestros oídos físicos y todo esto es bueno, pero jamás debemos dejarnos fascinar, por una búsqueda ciega de este tipo de experiencias.

Aquí va una advertencia acerca del peligro de buscar tener experiencias, más que buscar conocer a Dios a través de Su Palabra. No busquemos experiencias, busquemos a Dios primeramente en Su Palabra y en el quieto y tranquilo testimonio del Espíritu Santo a nuestro espíritu (ver Romanos 8:16). Si alguno de nosotros precisa oír la voz audible de Dios, Dios así lo hará, porque Él sí sabe qué es lo que más necesitamos.

Preguntas de Aplicación

  1. ¿Cuáles son los tres tipos de voces que estudiamos en la lección?
  2. Una clave para distinguir entre la voz del diablo y la voz de Dios es Juan 10:10, explica esto.


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