Cómo encontrar ayuda en la Biblia para todas tus necesidades (Primera parte)

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AL ENTRAR EN LA UNIVERSIDAD

Proverbios 2:1·8

HIJO mío, si tomares mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti,

2 Haciendo estar atento tu oído á la sabiduría; Si inclinares tu corazón á la prudencia;

3 Si clamares á la inteligencia, Y á la prudencia dieres tu voz;

4 Si como á la plata la buscares, Y la escudriñares como á tesoros;

5 Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios.

6 Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.

7 El provee de sólida sabiduría á los rectos: Es escudo á los que caminan rectamente.

8 Es el que guarda las veredas del juicio, Y preserva el camino de sus santos.

 

Proverbios 3:1·18

Hijo mío, no te olvides de mi ley,

Y tu corazón guarde mis mandamientos;

2 Porque largura de días y años de vida

Y paz te aumentarán.

3 Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad;

Atalas a tu cuello,

Escríbelas en la tabla de tu corazón;

4 Y hallarás gracia y buena opinión

Ante los ojos de Dios y de los hombres.

5 Fíate de Jehová de todo tu corazón,

Y no te apoyes en tu propia prudencia.

6 Reconócelo en todos tus caminos,

Y él enderezará tus veredas.

7 No seas sabio en tu propia opinión;

Teme a Jehová, y apártate del mal;

8 Porque será medicina a tu cuerpo,

Y refrigerio para tus huesos.

9 Honra a Jehová con tus bienes,

Y con las primicias de todos tus frutos;

10 Y serán llenos tus graneros con abundancia,

Y tus lagares rebosarán de mosto.

11 No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová,

Ni te fatigues de su corrección;

12 Porque Jehová al que ama castiga,

Como el padre al hijo a quien quiere.

13 Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría,

Y que obtiene la inteligencia;

14 Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata,

Y sus frutos más que el oro fino.

15 Más preciosa es que las piedras preciosas;

Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella.

16 Largura de días está en su mano derecha;

En su izquierda, riquezas y honra.

17 Sus caminos son caminos deleitosos,

Y todas sus veredas paz.

18 Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano,

Y bienaventurados son los que la retienen.

 

Proverbios 4:1·27

Oíd, hijos, la enseñanza de un padre,

Y estad atentos, para que conozcáis cordura.

2 Porque os doy buena enseñanza;

No desamparéis mi ley.

3 Porque yo también fui hijo de mi padre,

Delicado y único delante de mi madre.

4 Y él me enseñaba, y me decía:

Retenga tu corazón mis razones,

Guarda mis mandamientos, y vivirás.

5 Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia;

No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca;

6 No la dejes, y ella te guardará;

Amala, y te conservará.

7 Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría;

Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.

8 Engrandécela, y ella te engrandecerá;

Ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado.

9 Adorno de gracia dará a tu cabeza;

Corona de hermosura te entregará.

10 Oye, hijo mío, y recibe mis razones,

Y se te multiplicarán años de vida.

11 Por el camino de la sabiduría te he encaminado,

Y por veredas derechas te he hecho andar.

12 Cuando anduvieres, no se estrecharán tus pasos,

Y si corrieres, no tropezarás.

13 Retén el consejo, no lo dejes;

Guárdalo, porque eso es tu vida.

14 No entres por la vereda de los impíos,

Ni vayas por el camino de los malos.

15 Déjala, no pases por ella;

Apártate de ella, pasa.

16 Porque no duermen ellos si no han hecho mal,

Y pierden el sueño si no han hecho caer a alguno.

17 Porque comen pan de maldad, y beben vino de robos;

18 Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora,

Que va en aumento hasta que el día es perfecto.

19 El camino de los impíos es como la oscuridad;

No saben en qué tropiezan.

20 Hijo mío, está atento a mis palabras;

Inclina tu oído a mis razones.

21 No se aparten de tus ojos;

Guárdalas en medio de tu corazón;

22 Porque son vida a los que las hallan,

Y medicina a todo su cuerpo.

23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;

Porque de él mana la vida.

24 Aparta de ti la perversidad de la boca,

Y aleja de ti la iniquidad de los labios.

25 Tus ojos miren lo recto,

Y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante.

26 Examina la senda de tus pies,

Y todos tus caminos sean rectos.

27 No te desvíes a la derecha ni a la izquierda;

Aparta tu pie del mal.

 

Santa Biblia, vs. Reina Valera

 

 

 


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