¿Cómo preparar sermones?

 

Aquí algunas recomendaciones practicas para aquellos
que predican y/o quieren comenzar a predicar. Dios prepara a
las personas y muchas veces comienza con el deseo de ser usado
por Dios. Algunas personas que me conocen podrán decir de mi,
cuando me conocen soy una persona callada y tranquila. Pero
cuando me paro en el pulpito soy una persona diferente. Cuando
alguna vez me toco participar en la iglesia yo era muy penoso y
siempre temblaba de miedo.

 

Pero el Señor me llevo a una preparación. Ahora me desenvuelvo
mejor delante de un público. Todo el nerviosismo y toda la pena
se me va. Recuerdo un ocasión y ahora lo entiendo mejor, cuando
estaba ministrando pase frente de unas personas y dije “Pobreza
te me vas en el nombre de Jesus”. Claro que yo supe a quien iba
dirigida esa palabra y la familia que lo recibió también sabía
que se trataba de ellos. A los pocos días todos ellos tenían un
bien trabajo y hasta remodelaron su casa, después de estar
desempleados por más de dos o tres años.

 

1.- La
preparación de Dios

 

Primero debes entender que Dios no está en contra de una buena
preparación, el mismo te prepara pero tu parte será buscar y
trabajar para estar preparados.

Pablo fue preparado por Dios durante 17 años de su vida, en
comunión intima con el Espíritu Santo, además de todo lo que él
ya sabía, fue una preparación. Asi que estudia, toma cursos,
practica, practica, practica.

 

Consejos prácticos: Elabora sermones aunque no vayas a predicar
formalmente en un pulpito en alguna iglesia. Predícale a tu
familia en reuniones familiares, has un blog de mensajes
cristianos, etc.

Nunca vas a sentirte completamente preparado, así es que si Dios
te abre puertas, entra en ellas y no dudes que es Dios obrando.
No vas en tu confianza, vas en la confianza de él. ¡El nos dará
de que hablar! ¡Tu actitud debe ser de confianza!

 

 

2.- Oración y
adoración

 

No podemos dar un mensaje que no vivimos, por lo tanto debes
vivir lo que predicas. ¿Si no te alimentas de la palabra y tienen
comunión con Dios, su Espíritu y su hijo Jesus, que es lo que vas
a ofrecer a los que escuchan tu mensaje?

 

Si puedes entra a un seminario o instituto, hazlo. Pero la
preparación más importante es conocer a Dios mismo de cerca y en
intimidad, no tanto la teología. Desarrolla la oración y la
adoración como un estilo de vida. Un pastor o un predicador que
no sabe orar o no sabe adorar generalmente carece de carácter
espiritual para enseñar.

Debes preparar el mensaje, pero debes predicar el mensaje de él y
no el tuyo.  Por ejemplo nada impide que tu prepares un
mensaje de la misericordia de Dios, pero si Dios es la oración o
adoración te indica hablar del amor de Dios. Deberás cambiar tu
mensaje. ¡Es más importante su mensaje, que tu mensaje!

Ahora bien algunas veces Dios te indicara que hables de un tema
por ejemplo del diezmo, y tú no lo practicas, entonces debes
comprometerte con Dios y practicar lo que dices. ¡En otras
palabras te estás predicando a ti también!

 

Generalmente durante tu preparación, oración y adoración Dios te
dará el mensaje, no dudes viene de él. Generalmente es en su
presencia que recibirás la iluminación, revelación y el mensaje a
predicar. Deberás pararte confiado y no temeroso, de otra manera
dejares que el temor y el miedo te roben lo que Dios te esta
hablando durante el sermón.

 

3.- Lleno de
Dios y de su Espíritu

 

La palabra de Dios dice que Jesus hacia milagros y sanidades
porque Dios estaba con él. Cuando tú y yo nos paramos delante de
la congregación debemos estar llenos de Dios y de su espíritu. La
palabra dice que seamos llenos del Espíritu y cuando hablas de
Dios sientes esa ricura de hablar de él. Llénate de el cantando,
leyendo la palabra, hablando de él, orando, adorando, etc.

 

Nunca debes subirte al pulpito sin ser lleno del Espíritu de
Dios. Es Dios y su Espíritu que deberán impregnarte para que
fluya la presencia de Dios.

Somos llenos de Dios estando en su presencia y haciendo las cosas
de él. Pidiéndole ser lleno se su Espíritu, bebiendo de su
presencia, con un deseo de disfrutar de él, más que de sus
bendiciones. Anhelándolo a el más que sus beneficios. Está bien
desear sus beneficios pero debemos desearlo más a él.

 

4.- El fluir
del Espíritu

 

En la mayoría de las iglesias no se manifiestan los dones porque
no dejamos fluir al Espíritu de Dios. Estamos cerrados a las
cosas del Espíritu de tal manera que nos importa más el qué dirán
de nosotros que lo que Dios quiere hacer.

El fluir del Espíritu es la manifestación de los dones del
Espíritu. La biblia dice que los dones son para edificación de la
iglesia. Por ejemplo si estas predicando y Dios te dice algo,
entonces tu dices “esto es una locura”, pero el Espíritu quiere
dar una palabra a algún visitante o miembro de la congregación,
tu deber es hacerlo.

 

Desconocemos el fluir del Espíritu porque no estamos abiertos a
él. Mucha gente te va a decir que es emocionalismo, pero tú y
Dios saben que va más allá de eso.

 

Poco a poco debes practicar el fluir del Espíritu, Dios es un
Dios paciente y es nuestro maestro también. Te das cuenta, es el
nuestro maestro, no te de temor aprender del verdadero Maestro.
Jesus dijo que el Espíritu Santo es nuestro guía, entonces
debemos seguirlo a él y no el a nosotros.

Durante la predicación y la ministración esto es lo más
importante, es el tiempo de él y no el tuyo.

 

Es su manera y no la tuya, recuerda que la presencia de Dios se
llevaba a través del arca y a la manera de Dios y cuando la gente
quiso llevarla a su manera hubo un muerto. Así es nuestro mensaje
debe ser llevado a su manera y no a la tuya. Mucha gente
confundirá y creerá que es tu estilo y es “tu manera de manipular
a Dios”. ¿Pero Dios que dice? Aprende a fluir en el espíritu y la
preparación pasara a segundo término, es más importante su
presencia que la teología y la religión. Es más importante su
fluir que guardar compostura. Es más importante su presencia que
la ninguna otra persona. Por lo tanto debemos honrar a Dios, a su
hijo y a su Espíritu todo el tiempo, en nuestra vida y ensenar a
la congregación a honrar su presencia.

 

Nota nada impide que prepares tu sermón por puntos, textual o por
temas, eso también es parte de la predicación.

 

Bendiciones

Abdiel Salas

[email protected]

Leer ¿Cómo preparar sermones? en Blog Cristiano de Abdiel Salas


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