Cristianismo de Mente Vacía



Lo que Pablo escribió acerca de los judíos no creyentes de su tiempo podría ser dicho, creo, con respecto a algunos creyentes de hoy: “Porque les doy testimonio de que ellos tienen celo por Dios, sin embargo no tienen comprensión” Ro 10:2.
Muchos tienen celo sin conocimiento, entusiasmo sin esclarecimiento. En otras palabras, son inteligentes, pero les falta orientación. Doy gracias a Dios por el celo. Que jamás el conocimiento sin celo tome el lugar del celo sin conocimiento!
El propósito de Dios incluye los dos: el celo dirigido por el conocimiento, y el conocimiento inflamado por el celo. La entrega sin reflexión es fanatismo en acción, pero la reflexión sin entrega es la parálisis de toda acción.
El espíritu de anti-intelectualismo es corriente hoy día. En el mundo moderno se multiplican los programadores, para los cuales la primera pregunta acerca de cualquier idea no es: “Es verdad?” pero sí: “¿Será que funciona?”.
Los Jóvenes tienen la tendencia de ser activistas, dedicados en la defensa de una causa, sin embargo no siempre verifican con cuidado si su causa es un fin digno de su dedicación, o si el modo como proceden es el mejor medio para alcanzarlo. Un universitario de Melbourne, Australia, al asistir la una conferencia en Suecia, supo que un movimiento de protesta estudiantil hubo comenzado en su propia universidad. Él retorcía las manos, desconsolado. “Yo debía estar allá”, reveló, “para participar”. Pero ni sabía para qué era la protesta. Él tenía celo sin conocimiento.
¿Por qué los cristianos deben usar sus mentes?
La primera razón se presentará a todo creyente que desea ver el evangelio proclamado y Jesucristo reconocido en todo el mundo. Se trata del poder del pensamiento humano en la concretización de acciones. La Historia está repleta de ejemplos de la influencia las grandes ideas ejercen. Todo movimiento de poder tuvo su filosofía que se apoderó de la mente, inflamó la imaginación y capacitó la devoción de sus seguidores.
Una gran parte del mundo es actualmente dominada por ideologías que, si no son completamente falsas, son extrañas al evangelio de Cristo. Predicamos “conquistar” el mundo para Cristo. Pero ¿qué especie de conquista tenemos en mente? Ciertamente que no una victoria basada en la fuerza de las armas.
Finalmente, Dios hizo el hombre a su propia imagen, y uno de los aspectos más nobles de la semejanza de Dios en el hombre es la capacidad de pensar. “Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar”. (1ºCo.14:20).
Escrito por John Stott

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