El pacto de Dios con Abraham no depende de la fidelidad del pueblo de Israel, sino de la fidelidad de Dios. Israel tiene un lugar prominente en la historia de la humanidad porque es un reflejo del amor de Dios sobre sus elegidos, los que le aman y le obedecen. Es igualmente un reflejo de lo que les pasará a los que se rebelan contra Sus leyes y desprecian Su señorío sobre ellos.
Una cosa es la salvación individual de cada judío, y otra cosa es la elección especial de la nación de Israel. Los judíos solo pueden ser salvos de la misma manera que los gentiles: Por medio de la fe en Jesucristo, el Hijo de Dios, Salvador del mundo, y el Mesías prometido a Israel.
Pero la elección de Israel como pueblo escogido de Dios para revelarse al mundo es permanente. Aún cuando los judíos rechazaron a su Mesías, el apóstol Pedro todavía consideraba a los Judíos como el pueblo de Dios.
Hechos 3:13-17
“El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres ha glorificado a su Hijo Jesús a quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato, cuando este había resuelto ponerle en libertad.
Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diera un homicida, y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos . . .mas ahora hermanos, se que por ignorancia lo habéis hecho, como también vuestros gobernantes. . . así que arrepentíos y convertíos. . . “.
Hechos 3:25-26
“Vosotros soís los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros padres, diciendo a Abraham: en tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra. A vosotros primeramente Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad”.
Hebreos 6:13-18
“Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo, diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente. Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa. Porque los hombres ciertamente juran por uno mayor que ellos, y para ellos el fin de toda controversia es el juramento para confirmación. Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; para que por dos cosas inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortisimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros”.
Dios cumple Sus promesas, y Su pacto con Israel es eterno. Esto no quiere decir que todos los judíos van a ser salvos; ellos tienen que aceptar a Jesucristo igual que todos los demás, y el que no lo haga se condenará, pero la nación de Israel siempre será nación especial para Dios. La Biblia habla de la Nueva Jerusalén que desciende del cielo, y cuyas calles serán de oro y estará llena de belleza por todas partes. Lo que eso significa no lo sabemos, pero sí sabemos que la Nueva Jerusalén será la ciudad más bella que se pueda alguien imaginar, y las mansiones de los hijos de Dios lo serán igualmente.
En esa ciudad, vemos la mención de los representantes de las doce tribus de Israel, y de los doce apóstoles de Cristo. Por lo tanto vemos que Israel sigue siendo representada y honrada ante Dios y los hombres.
Apocalipsis 21 / La Nueva Jerusalén
vs. 10-12
“Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal. Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres escritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel; al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas, al occidente tres puertas”.
Santa Biblia, vs. Reina Valera
Deja una respuesta