Duteronomio capitulo 33



Bendiciones hermanos.

Seguimos con la lectura del libro de Deuteronomio hoy con el capitulo 33 que contiene un solo tema como, Moisés bendice a las doce tribus de Israel.

Padre nuestro gracias porque siempre estas al lado nuestro, gracias por tu inmenso amor hacia nosotros, te alabamos y te adoramos, te pedimos por la lectura del día, que nos guíes en la misma para que cada día te podamos conocer un poco mas por medio de tu palabra, cubre este foro y guárdanos de todo mal en el nombre de Jesús amen.


Deuteronomio
Capítulo 33

Moisés bendice a las doce tribus de Israel


33:1 Esta es la bendición con la cual bendijo Moisés varón de Dios a los hijos de Israel, antes que muriese.


33:2 Dijo:
Jehová vino de Sinaí,
Y de Seir les esclareció;
Resplandeció desde el monte de Parán,
Y vino de entre diez millares de santos,
Con la ley de fuego a su mano derecha.


33:3 Aun amó a su pueblo;
Todos los consagrados a él estaban en su mano;
Por tanto, ellos siguieron en tus pasos,
Recibiendo dirección de ti,


33:4 Cuando Moisés nos ordenó una ley,
Como heredad a la congregación de Jacob.


33:5 Y fue rey en Jesurún,
Cuando se congregaron los jefes del pueblo
Con las tribus de Israel.


33:6 Viva Rubén, y no muera;
Y no sean pocos sus varones.


33:7 Y esta bendición profirió para Judá. Dijo así:
Oye, oh Jehová, la voz de Judá,
Y llévalo a su pueblo;
Sus manos le basten,
Y tú seas su ayuda contra sus enemigos.


33:8 A Leví dijo:
Tu Tumim y tu Urim sean para tu varón piadoso,
A quien probaste en Masah,
Con quien contendiste en las aguas de Meriba,


33:9 Quien dijo de su padre y de su madre: Nunca los he visto;
Y no reconoció a sus hermanos,
Ni a sus hijos conoció;
Pues ellos guardaron tus palabras,
Y cumplieron tu pacto.


33:10 Ellos enseñarán tus juicios a Jacob,
Y tu ley a Israel;
Pondrán el incienso delante de ti,
Y el holocausto sobre tu altar.


33:11 Bendice, oh Jehová, lo que hicieren,
Y recibe con agrado la obra de sus manos;
Hiere los lomos de sus enemigos,
Y de los que lo aborrecieren, para que nunca se levanten.


33:12 A Benjamín dijo:
El amado de Jehová habitará confiado cerca de él;
Lo cubrirá siempre,
Y entre sus hombros morará.


33:13 A José dijo:
Bendita de Jehová sea tu tierra,
Con lo mejor de los cielos, con el rocío,
Y con el abismo que está abajo.


33:14 Con los más escogidos frutos del sol,
Con el rico producto de la luna,


33:15 Con el fruto más fino de los montes antiguos,
Con la abundancia de los collados eternos,


33:16 Y con las mejores dádivas de la tierra y su plenitud;
Y la gracia del que habitó en la zarza
Venga sobre la cabeza de José,
Y sobre la frente de aquel que es príncipe entre sus hermanos.


33:17 Como el primogénito de su toro es su gloria,
Y sus astas como astas de búfalo;
Con ellas acorneará a los pueblos juntos hasta los fines de la tierra;
Ellos son los diez millares de Efraín,
Y ellos son los millares de Manasés.


33:18 A Zabulón dijo:
Alégrate, Zabulón, cuando salieres;
Y tú, Isacar, en tus tiendas.


33:19 Llamarán a los pueblos a su monte;
Allí sacrificarán sacrificios de justicia,
Por lo cual chuparán la abundancia de los mares,
Y los tesoros escondidos de la arena.


33:20 A Gad dijo:
Bendito el que hizo ensanchar a Gad;
Como león reposa,
Y arrebata brazo y testa.


33:21 Escoge lo mejor de la tierra para sí,
Porque allí le fue reservada la porción del legislador.
Y vino en la delantera del pueblo;
Con Israel ejecutó los mandatos y los justos decretos de Jehová.


33:22 A Dan dijo:
Dan es cachorro de león
Que salta desde Basán.


33:23 A Neftalí dijo:
Neftalí, saciado de favores,
Y lleno de la bendición de Jehová,
Posee el occidente y el sur.


33:24 A Aser dijo:
Bendito sobre los hijos sea Aser;
Sea el amado de sus hermanos,
Y moje en aceite su pie.


33:25 Hierro y bronce serán tus cerrojos,
Y como tus días serán tus fuerzas.


33:26 No hay como el Dios de Jesurún,
Quien cabalga sobre los cielos para tu ayuda,
Y sobre las nubes con su grandeza.


33:27 El eterno Dios es tu refugio,
Y acá abajo los brazos eternos;
El echó de delante de ti al enemigo,
Y dijo: Destruye.


33:28 E Israel habitará confiado, la fuente de Jacob habitará sola
En tierra de grano y de vino;
También sus cielos destilarán rocío.


33:29 Bienaventurado tú, oh Israel.
¿Quién como tú,
Pueblo salvo por Jehová,
Escudo de tu socorro,
Y espada de tu triunfo?
Así que tus enemigos serán humillados,
Y tú hollarás sobre sus alturas.




Notas al pie:


Deuteronomio 33:1 Moisés, como padre de Israel, se despide de las doce tribus y les imparte su bendición. La costumbre de bendecir a los hijos poco antes de morir es bien conocida en el AT (cf. Gn 27.27-40; 48.15-16; 49.1-28). En el catálogo de las tribus se omite el nombre de Simeón, pero se mantiene el número doce, mencionando en lugar de José a sus dos hijos, Efraín y Manasés (Gn 48.8-14). La omisión se debe, probablemente, a que la tribu de Simeón fue más tarde absorbida por Judá, dejando así de ser una tribu independiente.

Deuteronomio 33:1 Varón de Dios: título dado a Moisés también en el encabezamiento de Sal 90 y en Jos 14.6. Este título se usa frecuentemente para designar a los profetas (cf. 1 R 17.18; 2 R 4.7,9).

Deuteronomio 33:2 Las bendiciones propiamente dichas están precedidas por un himno o canto de alabanza, en el que Jehová es celebrado como un rey victorioso (v. 5) que ama e instruye a su pueblo (v. 3-4). El texto de todo este cap., debido al uso del lenguaje poético, ofrece numerosas dificultades y la traducción es con frecuencia poco segura.

Deuteronomio 33:2 Avanzó entre diez millares de santos: Quizá una referencia a Israel, pueblo especialmente consagrado al Señor (cf. v. 3). Otra posible traducción: avanza desde Meriba-cades.

Deuteronomio 33:2 Con la ley de fuego a su mano derecha: otra posible traducción: Nos trae el fuego de la ley.

Deuteronomio 33:3 Ellos siguieron tus pasos: otra posible traducción: Se rinden a tus pies.

Deuteronomio 33:5 Jesurún: Véase Dt 32.15 n.

Deuteronomio 33:7 Sus manos le basten: otra posible traducción: Defiéndelo con tu poder, o fortalece su poder.

Deuteronomio 33:8 Acerca del Tumim y el Urim, véase Ex 28.30 n.

Deuteronomio 33:8 Ex 17.7.

Deuteronomio 33:8 Ex 17.7; Nm 20.13.

Deuteronomio 33:9 Ex 32.25-29.

Deuteronomio 33:12 Lo cubrirá siempre: otra posible traducción: El Altísimo…: según la versión griega (LXX); heb. sobre él.

Deuteronomio 33:12 Y entre sus hombros morará: otra posible traducción: entre sus laderas, quizá aludiendo a los santuarios de Siloh o de Jerusalén, ambos situados entre colinas. También puede traducirse así: Vivirá bajo su protección.

Deuteronomio 33:16 Ex 3.2,4.

Deuteronomio 33:17 Sus cuernos como cuernos de búfalo: otra posible traducción: Poderoso como un búfalo. Entre los antiguos pueblos orientales, el cuerno era símbolo de poder y majestad. Por eso, los dioses eran representados con un gorro o turbante provisto de cuernos. Véase Ex 27.2 n.; Nm 23.22 n.

Deuteronomio 33:17 Gn 49.22-26.

Deuteronomio 33:18 Cuando salgas: probable alusión a las expediciones comerciales marítimas.

Deuteronomio 33:19 A su monte: Este monte podría ser el Tabor, situado en el límite entre Zabulón e Isacar, aunque también podría tratarse del monte Carmelo.

Deuteronomio 33:19 La abundancia de los mares: es decir, los productos del comercio marítimo.

Deuteronomio 33:19 Algunos ven aquí una alusión a la industria del vidrio, mientras que para otros se trata del comercio terrestre en general.

Deuteronomio 33:19 Gn 49.13; Jos 19.10-16.

Deuteronomio 33:21 Nm 32.1-42.

Deuteronomio 33:22 Jos 19.47; Jue 18.1-29.

Deuteronomio 33:23 Jos 19.33-39.

Deuteronomio 33:26 Jesurún: Véase Dt 32.15 n.

Deuteronomio 33:26 Sobre las nubes: En los textos antiguos procedentes de Canaán, el dios Baal es el que cabalga sobre las nubes. La poesía hebrea adoptó esta figura poética y la aplicó a Jehová, Dios de Israel. Véase Sal 68.4 n.

Deuteronomio 33:27 Sus brazos eternos son tu apoyo: lit. debajo (de ti) están los brazos eternos.

Deuteronomio 33:29 Y tú pisotearás sus lugares altos: es decir, las colinas donde los enemigos de Israel rendían culto a sus dioses. Otra posible traducción: Y tú aplastarás su orgullo, o bien: y tú pisarás sus espaldas.



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