«Así que Abram le dijo a Lot: «No debe haber pleitos entre nosotros, ni entre nuestros pastores, porque somos parientes.9 Allí tienes toda la tierra a tu disposición. Por favor, aléjate de mí. Si te vas a la izquierda, yo me iré a la derecha, y si te vas a la derecha, yo me iré a la izquierda.»
10 Lot levantó la vista y observó que todo el valle del Jordán, hasta Zoar, era tierra de regadío, como el jardín del Señor o como la tierra de Egipto. Así era antes de que el Señor destruyera a Sodoma y a Gomorra.11 Entonces Lot escogió para sí todo el valle del Jordán, y partió hacia el oriente. Fue así como Abram y Lot se separaron.12 Abram se quedó a vivir en la tierra de Canaán, mientras que Lot se fue a vivir entre las ciudades del valle, estableciendo su campamento cerca de la ciudad de Sodoma. 13 Los habitantes de Sodoma eran malvados y cometían muy graves pecados contra el Señor.» (Génesis 13:8-13.)
¿Importa como el carácter de una persona es? La Biblia nos enseña que debemos ser imitadores de Cristo. Nuestro carácter debe reflejar nuestra vida sometida a la voluntad de nuestro Salvador. Muchos liberales argumentan que para ser imitador de Jesús hay que preocuparse por los pobres, y es allí donde se quedan. Echan a un lado todo lo que la Biblia enseña sobre la fibra de la sociedad que es la familia. Todo lo relacionado con la práctica del sexo, afirma o destruye la institución de la familia. En nuestro Texto tenemos a dos personajes: Abram, y su sobrino Lot.
Abraham era temeroso de Dios y para poder obedecer al mandato de Dios había tenido que hacer dos cosas:
Lot, el sobrino de Abraham, era un hombre mundano.
El versículo 13 nos prepara para lo que más adelante va a ocurrir en ese valle, y nos muestra que no fue de un día para otro que la gente de esas ciudades se hicieron tan pecadores contra Dios: «Los habitantes de Sodoma eran malvados y cometían muy graves pecados contra el Señor.»
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La lección para nosotros hoy día como creyentes es que nuestro Salvador JESUCRISTO nos ha llamado a ser luz del mundo y sal de la tierra.
14 Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse. 15 Ni se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por el contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa.16 Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo.» (Mateo 5:13-16).
Es muy claro que en medio de una cultura secular e inmoral, somos nosotros los que tenemos que enfrentarla no por la fuerza sino por el ejemplo de la obediencia a Dios. Nosotros tenemos que ser influencia al mundo y no dejar que el mundo influya cual debe ser nuestra conducta. Lot se tuvo que acomodar a los sodomitas, y le costó muy caro como podemos leer en el capítulo 19 de Génesis. Nosotros no debemos acomodarnos a la cultura de nuestro día y, como hijos obedientes, ser luz y sal de la tierra.
La luz alumbra en medio de la oscuridad. Es así como la Iglesia de Jesucristo debe alumbrar al mundo para que puedan encontrar al Salvador.
La sal le da sabor a la comida. Así la Iglesia debe ser la que le dé sabor a la cultura. Un sabor que refleje la moralidad Bíblica en obediencia a Dios.
La luz alumbra en medio de la oscuridad. Es así como la Iglesia de Jesucristo debe alumbrar al mundo para que puedan encontrar al Salvador.
La sal le da sabor a la comida. Así la Iglesia debe ser la que le dé sabor a la cultura. Un sabor que refleje la moralidad Bíblica en obediencia a Dios.
En contraste a Lot, tenemos el ejemplo de Abraham. Hay dos cosas que sobresalen de este personaje.
Como creyentes, nuestro carácter debe ser como el de Abraham. Debemos influenciar a la cultura pagana y secular de este mundo sin dejar que ella nos valla a manchar.
Que Dios les bendiga.
*Toda referencia Bíblicíblica es tomada de la Biblia, Nueva Versión Internacional*
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