El nombre de Dios revelado

 

He revelado tu nombre a los hombres…
Jesus.

 

Mi querido amigo y hermano, Jesus es la revelación del nombre
de Dios. Lo dice claramente el evangelio de Juan:

 

“He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo
me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra”.
Jn17:6

 

En una ocasión Felipe le dijo a Jesus:

 

“Señor, muéstranos el Padre, y nos basta”.
Jn14:8

 

Jesus le respondió:

 

“¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me
has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre;
¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?” Juan
14:9

 

Yo me imagino los ojos de Felipe, tal vez las palabras de Jesus
no hacían sentido. ¿Cuántas veces por las circunstancias de la
vida nuestra atención está puesta en los acontecimientos, las
cosas que nos suceden y las preocupaciones? Alguien dijo en
alguna ocasión “tus actitudes hablan más fuerte que tus
palabras”. Muchas veces decimos que conocemos a Jesus, ¿pero que
dicen tus actitudes?

 

Muchas veces no nada más nuestras actitudes hablan, a veces
nuestros problemas, nuestras preocupaciones, nuestras ansiedades,
nuestros temores, nuestros traumas de la vida, están robando toda
nuestra atención que no nos dejan ver a Jesus revelándose a los
hombres. ¿Cuántas veces le preguntamos  a Dios: Señor,
estaré haciendo bien? ¿Voy bien Señor? ¿Es correcto esto que
estoy haciendo o creyendo? Jesus sabía exactamente lo que los
discípulos pensaban, Jesus les había dado la palabra de verdad
durante su ministerio de líder espiritual. Cada palabra de Jesus
estaba revelando su carácter y el carácter del Padre:

 

“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed
también en mí.” Juan 14:9

 

Imagina esas escenas cuando Jesus les dijo a sus discípulos que
él era Dios. ¿Pero qué tal en tus situaciones, en tus problemas,
en tus enfermedades? ¿Crees que Jesus es Dios? Jesus sabe
exactamente lo que te sucede en este preciso momento, y quiere
hablarte. Pon atención: Y Jesus continúa dando sus palabras de
aliento a los discípulos, revelándose:

 

“En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no
fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para
vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y
os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también
estéis. Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino.” Juan
14:9

 

Jesus les estaba dando profundas revelaciones de la seguridad de
la salvación y de quien era él. Les estaba revelando quien era
exactamente él y quien era el Padre. Ellos estaban confundidos y
temerosos, y Jesus les dice: “Y sabéis a dónde voy, y
sabéis el camino.”
 

 

Imagínate en alguna situación confundido y que Jesus te diga “Ya
sabes el camino”. A través de la demostración de su vida misma,
lo que ellos habían vivido con Jesus a lo largo de tres años, era
para que conocieran el carácter del Padre. Pero esto no es
diferente en tu vida, hoy mismo tú te preguntaras si has visto a
Jesus, si has visto a Dios Padre, si eres salvo, si realmente
estas en el camino correcto…  si tienes a Jesus en tu
corazón, si realmente iras al cielo. ¡Si realmente eres salvo!

 

Dios te quiere dar una palabra de aliento y una seguridad de que
eres hijo de Dios. La palabra de Dios es tan poderosa que tienes
más bendiciones de lo que te imaginas, ¿entonces que falta?…
 Ahora falta que creas la palabra de Dios tal y como Jesus
la dijo.

 

“Señor, muéstranos el Padre, y nos basta”.
Jn14:8

 

Jesus a través de sus hechos, sus milagros, sanidades, la manera
de tratar a las personas, estaba demostrando el carácter del
Padre. ¡Pero todavía no habían captado la grandeza de Jesus!.
¿Alguna vez le has dicho a Jesus…? ¡Muéstrame que soy tu hijo!
¡No estoy seguro de ir al cielo! ¡No sé si merezco esto!

 

Pero la manera correcta es creer lo que Jesus dice en su palabra
y confiar, entonces veremos el carácter del Padre. En una famosa
ocasión Jesus perdonó a una mujer que estaba a punto de ser
apedreada.

 

“Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la
mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno
te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni
yo te condeno; vete, y no peques más”. Juan 8:10-11

 

Siempre nos centramos en los condenadores o los apedreadores,
¿Pero que de la mujer? ¿Qué sintió la mujer? ¿Que vivió la mujer
en esos momentos? ¿Qué sucedió con la mujer en lo sucesivo?

 

Ella conoció el carácter de Jesus y por lo tanto del Padre. Ella
conoció la salvación, la misericordia, el poder de Dios, el
perdón… Ella conoció el carácter del Padre a través de Jesus. Así
como ella todos los que rodearon a Jesus en su época conocieron
al Padre a través de los hechos de Jesus. Entonces viene Felipe y
le dice: 

 

“Señor, muéstranos el Padre, y nos basta”.
Jn14:8

 

Pero ahora podemos entender bien la respuesta de Jesus:

 

“¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me
has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre;
¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?” Juan
14:9

 

¿Pero qué tal tú circunstancias hoy en día? ¿Conoces a Jesus?
¿Conoces al Padre? ¿Conoces el nombre del Padre? Y Jesus dice:

 

“He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo
me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra”.
Jn17:6

 

La palabra manifestado, es la misma palabra que revelado, Jesus
ha revelado el nombre del Padre a los hombres. Revelar quiere
decir destapar o dejar algo en claro, algo que estaba oculto.
Cuando quitas la cubierta de un objeto lo estás revelando. Es
decir el objeto ahí estaba siempre pero ahora has quitado la
cubierta de tal manera que ves el objeto claramente. Así son la
verdades de Jesus, ahí están pero no te han sido reveladas hasta
que el te permita que veas las verdades ocultas de la palabra de
Dios.

 

¿Imagínate que imagen tenia de Dios la mujer sorprendida en
adulterio? ¡Con la actitud y el carácter de los apedreadores!
Pero para desgracia de los apedreadores la trajeron al templo con
Jesus.

Hoy en día las piedras pueden venir de tu casa, de tu iglesia, de
tu familia, de tus amigos. Hoy en día la imagen que tienes de
Dios, puede venir de tu religión, de tus amigos, de la
televisión. ¿Pero a que Jesus conoces? ¿Pero a que Dios Padre
conoces? ¿Donde están tus apedreadores? ¿Donde están tus
condenadores?. ¿Conoces realmente a Jesus?

 

Jesus les recordó sus pecados cada apedreador y a cada
condenador. No para hacer lo mismo, sino para que reflexionaran y
dejar en claro que delante de Dios todos somos iguales y
necesitamos del mismo perdón de Dios que la mujer sorprendida en
adulterio. Por último Jesus dice:

 

“Ni yo te condeno; vete, y no peques
más”

 

El deseo de Jesus es que no pequemos para que el pecado mismo no
nos condene y no nos mate. El deseo de Jesus y el carácter del
Padre se revelan para con nosotros y no dice: y no
peques más”.

 

El carácter del Padre se revela hacia nosotros cuando entendemos
que el pecado nos quiere robar, matar y destruir, pero el vino
para darnos vida. Ahora conoces el nombre de Dios, ahora conoces
el camino, ahora conoces el carácter del Padre a través de Jesus.
Cada día aprendes más el nombre de Dios, porque el nombre de
Dios, es su carácter y es su naturaleza. El nombre de Dios no se
limita a un nombre personal, sino a su carácter y su grandeza, y
hoy te pregunto: ¿Quien es Dios para ti? ¿Quién es Jesus para ti?
¿Lo estas conociendo mas cada día?

 

Dile hoy:  ¡revélate a mi Padre, revélate a mi
Jesus!

 

Reconoce tu necesidad de conocer más de Dios, reconoce tu
necesidad de conocer más a Jesus. ¡Todos necesitamos de Jesus!

 

! BENDITO ERES JESUS!!

 

 Bendiciones

 

Abdiel Salas

[email protected]

 

 

 

Leer El nombre de Dios revelado en Blog Cristiano de Abdiel Salas


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