EL TABERNÁCULO: casa para Dios

(Pastores Gonzalo y Andrea Sanabria)
Introducción: La mayor parte de nuestras oraciones son peticiones… Rara vez, nos dedicamos a preguntar a Dios qué quiere, cuál es su anhelo, que desea, esto se debe a nuestro ego, pues generalmente sólo buscamos nuestro beneficio o la satisfacción de nuestras necesidades. Pero ahora, pensemos en qué quiere Dios… ¿Cuál es su modelo? Somos templo de Dios ¿esto qué implicaciones tiene?…

EL TABERNÁCULO: casa para Dios  
I.   DIOS DISEÑA Y EL HOMBRE CONSTRUYE (Éx. 25:1, 9).
“Jehová habló a Moisés, diciendo… Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis”.
A.    Dios sigue hablando a los hombres 

Nota: Desde el A.T. Dios ha utilizado diferentes medios: Su voz, sus profetas, su creación, y en el N.T. lo hace por el testimonio del E.S. a sus hijos confirmando Su palabra escrita. Una de capacidades de los hijos de Dios que debe ser desarrollada, es el oír y percibir en su espíritu renacido la voz y dirección del Espíritu Santo (Su testimonio).
 
B.    El tabernáculo básicamente era una cabaña en el desierto y allí moraba la presencia de Dios.

Nota: Tabernáculo del heb. Mishkán que traduce: residencia, choza, templo, casa, tabernáculo, cabaña, morada, tienda del encuentro. Éste tabernáculo contiene además muchas revelaciones de Cristo: su construcción, sus materiales, su sacerdocio, sus sacrificios y ofrendas, su forma y ubicación, etc, pues todo apunta a Cristo, nuestro Señor. 
C.    Moisés dirige la construcción, pero el arquitecto es Dios.
Nota: Ésta labor requirió de Moisés obediencia, sensibilidad, esfuerzo, perseverancia, reconocimiento. Cuando obedecemos a Dios, él se hace grande en el hombre, Sus grandes planes se hacen realidad en la tierra.
II. DIOS EDIFICA SU SANTUARIO MEDIANTE OFRENDAS DE SU PUEBLO             
A.    La ofrenda debe ser voluntaria y de corazón (Éx. 25:2).
“Di a los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda; de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda”.
Nota: Podemos observar que éste modelo es un factor común:
1. Esto fue para la construcción del tabernáculo en el desierto, ellos traían oro, plata, bronce, telas, ganados, aceites, piedras preciosas, materiales que consiguieron en Egipto y regalados por los mismos egipcios, cuando Israel salía de allí.
2. En tiempos del rey Salomón, el templo fue construido con los aportes y ofrendas de su padre David, de sus principales y de todo el pueblo de Dios (1 Crón 29).
3. En tiempos de Esdras el templo fue reconstruido con ofrendas voluntarias (Esdras 1).

La frase “Voluntariamente, de corazón” del hebreo nadáb, traduce: impeler, impulsar; ofrecerse como voluntario, como soldado,  presentarse, y el corazón hace referencia al centro vital del hombre. Es pues una decisión que nace en lo íntimo del ser, que percibe la convocatoria de Dios a su ejército. 
B.    Los materiales usados era de gran valor (Éx. 25:3-7).              

“Esta es la ofrenda que tomaréis de ellos: oro, plata, cobre, azul, púrpura, carmesí,  lino fino, pelo de cabras, pieles de carneros teñidas de rojo, pieles de tejones, madera de acacia, aceite para el alumbrado, especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático, piedras de ónice, y piedras de engaste para el efod y para el pectoral”.
Nota: Cada uno de los materiales representa un valor muy especial y alto. 
C.  Dios solicita la ofrenda cuando Israel está atravesando el desierto.             

Nota: Es muy importante mirar el cómo, el qué, el cuándo, el dónde. Aquí vemos que Dios solicita una ofrenda significativa, camino a la tierra de la abundancia, pero estaban en el desierto. Hablamos de ofrendas o siembras con sacrificio, con esfuerzo. Recordemos por ej: la ofrenda de la viuda de Sarepta de Sidón, o la ofrenda de dos blancas de la viuda pobre en tiempos de Jesús. Israel no pudo sembrar en Egipto, eran esclavos y no tenían, pero ahora podían hacerlo, y debían sembrar en el desierto, para cosechar en Canaán la abundancia prometida por Dios, “tierra que fluye leche y miel”.  
(Devocionales, sermones y estudios en: http://estudiosysermones.blogspot.com/)
III.   LA CASA ES PARA DIOS (Éx. 25:8).         
“Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos”.
A. Dios en el A.T. moró en el tabernáculo y en el templo, pero hoy somos templo del Espíritu Santo.                     
Nota: Ésta ha sido una revelación gradual de Dios al hombre. Dios moró en el tabernáculo (en medio de las 12 tribus); luego en el templo: era el centro de la vida espiritual de Israel (que se convirtió en centro religioso). Pero hoy, los nacidos de nuevo, los que han entregado su vida a Cristo… somos templo del Espíritu Santo, casa de Dios. Esto implica que estamos consagrados para Dios y que sólo él, con su presencia quiere debe llenar éste templo.      
B.    En tiempos de Jesús el lugar de culto era el templo y la sinagoga. 

Nota: En tiempos de Jesús aunque estaba el templo, vemos las sinagogas (estas debían ser construidas en los lugares dónde vivieran por los menos diez judíos). Al inicio de la iglesia, ésta se reunía en el templo y por las casas: Hch. 5:42 “Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo”. Y estas construcciones se hacían con los aportes y ofrendas del pueblo que quería un lugar para reunirse y adorar a su Dios. El Rey David dijo: “la casa que se ha de edificar a Jehová ha de ser magnífica por excelencia, para renombre y honra de nuestro Dios”. 
   
Conclusión: Hoy día somos templo del Espíritu Santo. Y también Dios nos brinda la oportunidad de participar activamente en la construcción de lugares de culto para su gloria. Pero ante todo lo hacemos porque le amamos y nuestro corazón está agradecido.
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