¿Eres celoso?

La palabra “celo” a veces se confunde con “celos”. Según el diccionario, celo es el cuidado, la diligencia o el esmero que alguien pone al hacer algo. La pregunta es: ¿Somos celosos? ¿Ponemos esmero en los cumplimientos de nuestros deberes? ¿Sentimos ese interés extremo y activo que mueve a causas y compromisos?
Me pregunto:
1. ¿Dónde está nuestro celo cuando la sociedad propone leyes que avalan deshacerse de una vida?
2. ¿Dónde está nuestro celo cuando solapamos las faltas de alguien cercano, aún cuando esto afecta a un tercero?
3. ¿Dónde está nuestro celo cuando descubrimos que dentro de nuestro propio corazón anidan imágenes, pensamientos o malos deseos?
Para las tres preguntas encontramos una respuesta: ¡Sé celoso!

1. Da tu opinión. Si algo está mal, debemos decirlo.

2. No solapes, enfrenta con amor. Investiga, dialoga y luego busca cuál es la solución al problema.

3. Corta tu mano. Cuando encuentras deseos o acciones incorrectas en tu vida, termina con ellas de forma categórica. 



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