Es momento de dejar la autocompasión por lo que hice.

“La lástima por uno mismo, es una de los narcóticos no farmacéuticos, más destructivos. Es adictiva, da placer sólo al momento y separa a la victima de la realidad”. – John W. Gardner

Desde que Dios me hizo libre de mi adicción sexual he llevado un proceso muy largo donde me ha ido mostrando aspectos de mi personalidad que debo cambiar. Mi autoestima se vio afectada debido a mi adicción, me convertí en una persona aislada y con muchos complejos. Cuando Dios me liberó de mi adicción sexual creí que todos mis problemas emocionales se habían terminado y que nunca más volvería a deprimirme, pero no tardé en darme cuenta de que el proceso sólo había comenzado. No dejaba de sentirme sola y estaba completamente hundida en la autocompasión.

En la biblia muchas veces se menciona la compasión hacia los demás:

En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes. 1 Pedro 3:8 NVI

Cuando Jesús desembarcó y vio tanta gente, tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor. Así que comenzó a enseñarles muchas cosas. Marcos 6:34 NVI

Sin embargo, nunca vamos a encontrar referencias a la auto-compasión. Cuando sentimos lástima de nosotros mismos toda nuestra vida se centra en nosotros y estamos siendo egoístas, lo cual es algo destructivo para nuestras vidas. Dios permite que podamos sentir compasión no para que nos tengamos lástima a nosotros mismos sino para que seamos misericordiosos con los demás.

Recuero que siempre encontraba una razón para deprimirme, si las cosas no salían como yo quería me encerraba en mi cuarto a llorar y a mirarme el espejo. Entendí porqué las mujeres, luego de llorar un buen rato nos miramos al espejo. Lo hacemos para ver cuán infelices lucimos.

Otra razón por la cual me encerraba en mi autocompasión era porque no me sentía lo suficientemente buena como otras personas. No me creía lo suficientemente bonita, agradable, inteligente, etc. Poco a poco he ido aprendiendo que Dios nos ha hecho diferentes a todos. A lo mejor yo no tengo una cualidad que otra persona sí tiene, pero sí tengo cualidades que me hacen única y lo más importante es que soy hija de Dios. Si tengo su amor y su aprobación no necesito compararme con nadie, y tampoco debo comparar quien ahora soy con quien antes era, si lo hago solo para sentirme mal al respecto de mí misma. La única manera en la que es útil sacar el pasado a luz, es para ayuda de otras mujeres, y para gloria de Dios, de lo que ha hecho en mí.

La comparación es un hábito difícil de romper pero Dios nos da las herramientas necesarias para ser más que victoriosos. Dios nos da en Su palabra promesas para nuestras vidas y cada vez que venga la tentación de la comparación podemos acudir a sus brazos y pedirle fortaleza para no ceder.

Recuerdo que Dios me habló para que hiciera un pacto con Él de ya no sentir lástima de mí misma. Yo me negué un tiempo a prometerle tal cosa porque tenía miedo de no poder cumplirlo, finalmente decidí hacerlo y no fue hasta que decidí comprometerme con Dios por escrito a ya no perder mi tiempo sintiendo lástima de mí misma, que mi vida dio un giro radical. La tentación de volver a hacerlo siempre viene pero Dios siempre me da la victoria.

Dios nos ha dado una vida para que la vivamos para Él y para que la podamos disfrutar. Cuando vivimos lamentándonos porque las cosas no nos salen como quisiéramos estamos desperdiciando nuestra vida. Si no nos deshacemos de la autocompasión no podremos cumplir los propósitos de Dios para nuestras vidas, estaremos encerrados en el dolor y la vergüenza.

“Puedes ser lastimoso(a) o puedes ser poderoso(a), pero no ambos a la vez”. – Joyce Meyer.

Haz una promesa en este instante de que ya no malgastarás tu tiempo sintiendo lástima de ti mismo(a). Te aseguro que no será fácil pero también te aseguro que tu vida cambiará completamente, aprenderás a verte como hijo(a) de Dios y valorarás más tus cualidades.

Tú escoges qué estilo de vida deseas vivir. ¿Quieres vivir en victoria y gozo o quieres vivir en derrota y dolor?


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.