ÉXODO PARTE III/ LOS ACONTECIMIENTOS DEL SINAÍ/ CAPÍTULO 26

Construye la morada conforme al modelo que te fue mostrado en el monte.

Estas son las palabras que Moisés recibió de parte del Señor después de que, tal y como el texto dice, le fuera mostrado un modelo de cómo debía de ser la morada de Dios entre su pueblo. A mí me ha hecho pensar en la importancia de los modelos que son puntos de referencia para poder imitar.

Inevitablemente mis pensamientos se han ido hacia Jesús quien, a parte de ser el Dios hecho ser humano, es el modelo de lo que es un genuino y auténtico ser humano. Jesús es la referencia que debo imitar acerca de cómo vivir, cómo desarrollar mi proyecto vital. 

Todos nosotros necesitamos modelos y si no seguimos a Jesús y lo tomamos como el nuestro a imitar, la referencia a seguir, estaremos siguiendo e imitando otros que la sociedad «amablemente» nos brindará y, consecuentemente, nuestra vida se irá conformando a la imagen y a la semejanza de ese modelo.

Es una ilusión, una quimera creer que somos nosotros mismos y no imitamos nadie. Pensarnos que tenemos suficiente carácter para moldear nuestro propio yo. Todos imitamos a alguien, la cuestión clave es a quién. Si imitamos intencional y conscientemente a Jesús seremos con Él, si no, seremos sedantes a aquel que sea nuestra referencia sea a nivel consciente o inconsciente.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.