Ganando la batalla a la Pornografía

Si queremos ganar una batalla debemos saber de nuestro enemigo las siguientes cosas:  

Sus puntos fuertes y débiles

a)   La Atracción:

Él usa la atracción del ser humano por el género opuesto que es algo natural.  Si a cualquiera le preguntamos si le gusta ver pornografía su respuesta por temor seria no, pero en realidad miente, porque ver una mujer/hombre desnuda/o es una atracción natural que jamás nos dejará de llamar la atención, (cabe resaltar que no toda desnudez es pecado y por ende no se considera pornografía).  En cualquier tipo de contenido pornográfico,  las actrices/actores deben ser atractivos, y claro que resulta agradable para los sentidos, así que decir no me gusta está mal expresado, pues sería como negar la atracción por el género opuesto, muy diferente es que nos guste algo a que en realidad lo hagamos.

Muchos estarán en desacuerdo, afirmando “santamente”: no, no me gusta, no me llama la atención… pero yo insisto, es muy diferente: “la atracción que genera la pornografía a ver pornografía” “Si me gusta, no lo miro”…es muuUuuUuy diferente!!, será que yo estoy mal? O es que nadie lo sabía?.  Porque hablo de esto? Si no entendemos que Satanás utiliza la atracción que tenemos por el sexo opuesto, entonces no podemos ganar.  Tenemos que saberlo!!! Jamás te van a dejar de gustar las mujeres, nunca!! Esa atracción siempre existirá.  Debe estar claro que no debemos orar para que nos deje de gustar, pues sería algo imposible, debemos orar para no dejarnos manipular por esa atracción, ya que Satanás quiere “regalarnos” por anticipado lo que Dios ya no s regalo para el matrimonio, es como que el diablo te regalará algo que es tuyo y sin envoltura, y tú te lo crees, en cambio Dios te lo regala con envoltura y hasta con dedicatoria papá!.

b)    Los sentidos de la Vista y el Oído:

Sin el sentido de la vista y el oído, la pornografía sería inofensiva, ya que sus mayores golpes afectan al sentido visual y en segundo grado al auditivo. Si dejamos que nuestros ojos y oídos se envuelvan con este pecado, habremos perdido por completo.  Debemos educar nuestros sentidos.. 

Sorprendentemente si vemos el cuerpo de alguien que nos llame la atención, será ahí cuando nuestra mente empiece a pensar cosas que no debemos. Si queremos salir victoriosos de este pecado, no tenemos que ver el cuerpo, acostúmbrate desde ya a ver únicamente la cara.  Te sorprenderá que si solamente ves la cara no podrás desear cosas que no debes.  Inténtalo viendo películas de cualquier índole, acción, comedia, drama, … (aunque ahora en todas las películas por más sana que parezca siempre hay por ahí alguna escena “fría”) no veas el cuerpo, solamente la cara… jamás volverás a caer en el mismo error si lo dominas a la perfección. El cuerpo es fruto de deseos, la cara es de sentimientos

c)    Vive en la mente:

Jesús dijo que lo que contamina al hombre no es lo que entra en él, si no lo que sale de su cuerpo, pues la pornografía se apodera de nuestros sentidos y se queda por mucho tiempo en nuestra mente, de tal forma que al instante de caer en ella, provoca deseos pecaminosos y es ahí donde nos contamina, no tanto por lo que vemos y escuchamos, si no por lo que deseamos e imaginamos.  Cuando se cae en este pecado, se empieza a pecar desde que nuestro sentido de la vista ya ha consentido ver más de lo que le es permitido, lo peor es que el pecado no termina ahí, pues las imágenes que vimos serán reproducidas por mucho tiempo en nuestra mente, provocando que a pesar de que no estemos viendo o escuchando físicamente algo que tenga que ver con la pornografía, nos bastará con cerrar los ojos para que esas escenas formen parte de nuestros pensamientos y de nuestros sueños. 

Nuestro cerebro es muy grande, hay pensamientos que pasan por nuestra mente voluntariamente e involuntariamente. Los involuntarios pasan por nuestra mente en un 20% de lo que tenemos  almacenado, por tanto si tenemos en nuestro cerebro muchas “escenas románticas” tenemos que sacarlos! Y como?? Es muy fácil…! Tenemos que llenar nuestra mente de pensamientos nuevos que saquen a los que ya viven en nuestro cerebro. Trata de leer la Biblia u otros libros, historias y sobre todo, selecciona las mejores canciones cristianas que toquen tu vida y haz una lista.  Todas las noches escúchalas hasta el punto que te quedes dormido escuchando las alabanzas o predicaciones, al siguiente día aparentemente no habrá cambio alguno, pero en tu subconsciente, esas alabanzas y esas predicas ya han sacado gran cantidad de pensamientos inicuos, haz esto muchos días.  Haz la prueba!

d)    Se convierte en una obsesión:

En virtud de los puntos anteriores, la persona al caer en este pecado hará hasta lo imposible para saciar su necesidad.  Una necesidad que lo llevará a la soledad, pues no querrá compartir con nadie su placer.  Será capaz de cambiar su carácter y su forma de ser,  para lograr encontrar un lugar o un espacio para poder pecar.  La pornografía contrae aislamiento, dependencia del pecado y por ende un distanciamiento del Verdadero Camino. Si haces lo que te recomendé en los dos puntos anteriores no tendrás problemas acá.

e)    Su principal objetivo: Que no te baste con ver, hazlo!

Después que este pecado ha consumido al ser, su principal objetivo es que experimentes en carne propia lo que ven y escuchan tus sentidos.  Es decir que de un pecado sexual menor, te incita a realizar un pecado sexual mayor, como puede ser la masturbación o la fornicación. Que hago para salir de aquí?

Pueden existir mil consejos para dejar este pecado, pero de nada sirve que los sepamos si en realidad no estamos dispuestos a cambiar. 1- Debemos aceptar que estamos pecando, 2- Debemos orar fervientemente para que Dios pueda ayudarnos a ganar esta batalla;  3- Debemos seguir los consejos con determinación.  Sería fácil orar asi: Señor cada vez que esté tentado a ver pornografía hazme ciego para no ver, y cuando cambie de canal que instantáneamente mis ojos vuelvan a la normalidad!.  A Dios no le resultaría difícil cumplir con eso, pero Él no lo hará,  pues la decisión de seguirle y amarle es nuestra. Cuando en realidad amas a alguien, dejas o das todo por complacer a esa persona, con tal de no lastimarla lo darías todo, con tal de verla feliz no harías algo que la lastimara.  Si amas a Dios, dejas todo lo malo por agradarle.  La pornografía no podrá contigo si antes de ese placer sexual, antepones el amor que tienes hacia Dios.  Sigue los consejos, verás que con Dios a tu lado la pornografía no tiene lugar en tu vida.

 
Transformate y Avanza 
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