GÉNESIS PARTE V/EL CICLO DE JOSÉ/CAPÍTULO 38

Esta conducta ofendió mucho al Señor, por lo que también a Onán le quitó la vida.

Lo mismo sucedió previamente con su hermano Er, también Dios le quitó la vida a causa de su conducta. Al leer este pasaje venía a mi mente el relatado en el libro de los Hechos donde Ananías y Zafira también fueron radicalmente apartados de la comunidad de los seguidores de Jesús porque el Señor decidió quitarles la vida a consecuencia de su conducta.

Ambos episodios, el de Hechos y este mismo, nos muestran la gravedad del pecado y la manera en que debería ser tratado, al fin y al cabo, la Biblia indica que la paga del pecado es la muerte. Afortunadamente Dios no nos trata como nuestro pecado exigiría, antes al contrario, como dice el profeta Jeremías en el libro de Lamentaciones, por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos.

Creo pues que estos episodios raros de la Escritura debería de ayudarnos a recordar la gravedad del pecado y a no ser frívolos con el mismo y no ser tolerantes en nuestra vida. El hecho de que el Señor sea misericordioso y gracioso con nosotros debería de llevarnos, no a continuar pecando, sino a desarrollar un temor y gratitud reverentes hacia Él.

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