Guerra de pensamientos

 

“Miráis las cosas según la apariencia. Si alguno está
persuadido en sí mismo que es de Cristo, esto también piense por
sí mismo, que como él es de Cristo, así también nosotros somos de
Cristo”. 2 Corintios 10:7

 

Cuando Pablo escribió esto el estaba recibiendo muchas críticas y
ataques, hasta le decían que era carnal, que no estaba en las
cosas espirituales. Puedo asegurar que él se dio cuenta que esos
ataques no provenían de las personas. Dios le revelo que eran
ataques espirituales. Cuando Pablo escribe estas líneas escribe
de manera poderosa y nos da una clave que muchos pasamos por
alto.

 

“Yo Pablo os ruego por la mansedumbre y ternura de
Cristo, yo que estando presente ciertamente soy humilde entre
vosotros, mas ausente soy osado para con vosotros; ruego, pues,
que cuando esté presente, no tenga que usar de aquella osadía con
que estoy dispuesto a proceder resueltamente contra algunos que
nos tienen como si anduviésemos según la carne. Pues aunque
andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las
armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios
para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda
altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando
cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando
prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra
obediencia sea perfecta”. 2 Corintios 10:1-6

 

Los pensamientos dominan a las personas, las personas actúan de
acuerdo a sus pensamientos. Se necesita ser muy observador para
ver más que los actos, los hechos de las personas. Se necesita el
discernimiento para ver mas allá de hechos aparentes para poder
ver actitudes. Esto me recuerda el pasaje:

 

“Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es
él. Come y bebe, te dirá; Mas su corazón no está contigo”.
Proverbios 23:7

 

Nuestros pensamientos nos dirigen, esos pensamientos están en el
corazón. Hay personas que solo están esperando una falla pequeña
en nosotros y cuando tienen el argumento completo se lanzan en
contra tuya para destruirte. Desafortunadamente muchos de
nuestros propios pensamientos se levantan contra nosotros mismos.
Realmente la lucha es de pensamientos. Esta es una guerra
terrible de pensamientos del corazón. Gran parte de las cosas que
observamos en la gente, conductas, pensamientos, actitudes, son
solo superficiales son producto de los pensamientos arraigados en
el corazón.

Pablo habla de una guerra militar, de armas destructivas, de
prisioneros de guerra, todo con el fin de destruir pensamientos.
De manera particular esos pensamientos se han levantado para
destruir el conocimiento de Dios.

Esos pensamientos son dirigidos específicamente para desviarte
del camino de Dios, destruir lo que Dios ya ha puesto en tu
corazón, arrebatar la semilla de bendición que Dios ha puesto en
ti.

Mucha gente piensa que la lucha es cuerpo a cuerpo con las
fuerzas del mal, Pablo vuelve a escribir sobre este tema en
Efesios 6.

 

“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis
estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos
lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este
siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones
celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para
que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo,
estar firmes”. Efesios 6:11-13

 

Sea cual sea tu pensamiento, sea cual sea tu argumento, sea cual
sea el pensamiento de los demás que se han lanzado contra ti.
Estamos en una guerra de pensamientos lazados por los poderes
malignos en los aires. La única manera de vencer estos
pensamientos es a través de argumentos espirituales. Estos
argumentos espirituales son a principio de cuenta ilógicos. Antes
que nada debes ser dominado por la obediencia a Cristo.

Pablo era atacado por su manera de predicar, por su ministerio,
hasta por su forma de ser y de vestir tal vez. ¿Cuántas veces tu
y yo no somos a tacados de mil maneras para ser sometidos,
controlados y presionados por pensamientos externos o internos?

 

¿Cómo se someten esos pensamientos a Cristo? Llevándolos
cautivos.

    

Tu: “Señor, aqui te traigo estos pensamientos que se quieren
levantar en contra tuya”

Jesus: “¿Que dicen de mí y de ti?” 

Tu: “Señor, dicen que no valgo nada, que no merezco tu gracia y
que no merezco ser sano, que no merezco tus bendiciones”

Jesus: “Solo recuérdales que mi sangre tiene poder, que yo compre
tu Salud en la cruz y derrote a Satanás y ellos saben los que les
espera en el abismo”    

 

“El que mora en los cielos se reirá; El Señor se
burlará de ellos”. Salmo 2:4

 

No hay pensamiento ni argumento que no pueda someterse a Cristo.
Es la palabra de Dios la que siempre sale ganadora. Con Cristo a
tu lado no hay poder maligno que pueda vencer. Se vence al nivel
del pensamiento, obedeciendo la palabra de Dios en lo espiritual
y dejando que sea el Espíritu de Dios hablando a tu corazón.
Entonces podrás someter los pensamiento de mentira en tu mente
que fueron lanzados para destruís. Si Dios te ha hablado promesas
aférrate a esas promesas y saldrá ganador de la batalla, la
victoria está garantizada.

 

Dios siga derramando de sus bendiciones en tu vida. ¡Esa
será tu fortaleza en tiempo de necesidad!

 

Bendiciones

Abdiel Salas

[email protected]

 

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