HEBREOS ESTUDIO 23. LA SUPERIORIDAD DE LA ALIANZA DE JESÚS 6

UNOS BIENES MÁS VALIOSOS

HEBREOS 10:32-39

32 Acuérdense de los primeros tiempos, cuando recién aprendían acerca de Cristo.[i] Recuerden cómo permanecieron fieles aunque tuvieron que soportar terrible sufrimiento. 33 Algunas veces los ponían en ridículo públicamente y los golpeaban, otras veces ustedes ayudaban a los que pasaban por lo mismo.34 Sufrieron junto con los que fueron metidos en la cárcel y, cuando a ustedes les quitaron todos sus bienes, lo aceptaron con alegría. Sabían que en el futuro les esperaban cosas mejores, que durarán para siempre.
35 Por lo tanto, no desechen la firme confianza que tienen en el Señor. ¡Tengan presente la gran recompensa que les traerá! 36 Perseverar con paciencia es lo que necesitan ahora para seguir haciendo la voluntad de Dios. Entonces recibirán todo lo que él ha prometido.
37 
«Pues, dentro de muy poco tiempo,

    aquél que viene vendrá sin demorarse.

38 

Mis justos vivirán por la fe.[j]

    Pero no me agradará aquél que se aparte de mí»[k].

39 Pero nosotros no somos de los que se apartan de Dios hacia su propia destrucción. Somos los fieles, y nuestras almas serán salvas.


Ayer hablaba con un buen amigo mío acerca de la cultura de las empresas y organizaciones. Muchas tiene un doble conjunto de valores, los anunciados en su publicidad y estatutos y después los reales, los que mueven el día a día de la organización. En ocasiones, en demasiadas ocasiones, hay un gran abismo entre los unos y los otros.

Leer este pasaje de hebreos me ha hecho pensar en que, a menudo, esto puede darse también entre los seguidores de Jesús. Podemos afirmar que tenemos unos valores y, sin embargo, en la vida cotidiana son otros los que nos mueven y marcan la dirección y orientación de nuestras vidas.
Un valor, al fin y al cabo, es aquello a lo que nosotros damos prioridad e importancia. Cuando algo es valioso estamos dispuestos a «pagar» lo que sea por ello, no únicamente en términos económicos, sino también en términos de tiempo, dedicación, reputación, prioridades y un largo etcétera. 
Esta pasaje me lleva a evaluar mis valores y pensar si verdaderamente el Reino de Dios es mi valor motriz y central, aquel que, como en el caso de los destinatarios de esta carta, hacía que la presión externa, la persecución e incluso el dolor y la muerte, fueran aceptadas antes que renunciar al Reino. Me gustaría ser así.
UN PRINCIPIO
VALORES ENUNCIADOS Y VALORES REALES

UNA PREGUNTA
AL MIRAR A TU VIDA ¿CUÁLES SON LOS VERDADEROS VALORES?

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