LA FE
HEBREOS 11:1-3
La fe es la confianza de que en verdad sucederá lo que esperamos; es lo que nos da la certeza de las cosas que no podemos ver. 2 Por su fe, la gente de antaño gozó de una buena reputación.
3 Por la fe entendemos que todo el universo fue formado por orden de Dios, de modo que lo que ahora vemos no vino de cosas visibles.
Por la fe estamos ciertos, tenemos la certeza, de cosas que no vemos. Es lo que, según el autor de esta carta, hizo que los antiguos merecieran la aprobación por parte del Señor -y así lo demostrará a lo largo de todo el resto del capítulo-. Es la fe la que nos ayuda a creer que el universo todo fue creado simplemente por un acto soberano del Señor.
Fe, por un lado, es confianza. Lo importante de la fe no es su cantidad, sino más bien el objeto de la misma. Me explicaré. Yo puedo tener una increíble confianza en que mi taza de Bob Esponja puede llevarme a la salvación eterna. Puedo estar convencido y ser totalmente genuino en cuanto a mi creencia, sin embargo, he depositado mi confianza en el objeto equivocado, Bob no puede salvarme.
Contrariamente puedo tener una confianza pequeña pero depositarla en un objeto adecuado, en este caso Jesús de Nazaret. Conforme lo vaya conociendo y probando esta fe crecerá, me sentiré más seguro, tendré más capacidad de confiar en nuevos retos y/o en nuevas áreas de mi vida.
Por otro lado la definición de fe que aparece a principios del capítulo 11 de esta epístola me hace pensar también en todas aquellas realidades que no pueden ser captadas con los sentidos y que van más allá de la razón, no porque sean irracionales, sino más bien suprarracionales, es decir, son más profundas de lo que cualquier cerebro humano tiene la capacidad de procesar.
UN PRINCIPIO
LO IMPORTANTE DE LA FE NO ES LA CANTIDAD SINO EL OBJETO DE LA MISMA
UNA PREGUNTA
¿EN QUIÉN O EN QUÉ ESTÁ DEPOSITADA TU CONFIANZA?
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