NO PERDER DE VISTA LA META
HEBREOS 1:1-4
Por lo tanto, ya que estamos rodeados por una enorme multitud de testigos de la vida de fe, quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante. 2 Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe.[a] Debido al gozo[b] que le esperaba, Jesús soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que ésta representaba. Ahora está sentado en el lugar de honor, junto al trono de Dios. 3 Piensen en toda la hostilidad que soportó por parte de pecadores,[c] así no se cansarán ni se darán por vencidos. 4 Después de todo, ustedes aún no han dado su vida en la lucha contra el pecado.
Después de haber hablado de los héroes de la fe la conclusión del autor desconocido de hebreos es que debemos hacer un esfuerzo para continuar adelante en nuestro seguimiento de Jesús. Nos anima a que Jesús, su ejemplo, su dedicación, su entrega por nosotros sea una motivación para proseguir en nuestra carrera, en nuestro seguimiento. Sin embargo, para que esto sea real debemos despojarnos de todo aquello que nos impide el correr esta carrera de forma adecuada.
Hay dos cosas que me gustan de este pasaje. La primera es el hecho de que Jesús es, a la vez, la motivación y la meta de nuestra motivación. Queremos ser como Él, que su carácter sea cada vez más evidente en nosotros, en nuestras vidas, en nuestra forma de vivir y actuar. La segunda es que para que esto sea posible debemos de, cuidadosamente, pensar en todo aquello que nos puede representar un obstáculo y deshacernos de ello. Lo interesante respecto a esto último es que no necesariamente el pecado es lo único que puede obstaculizar el seguimiento del Maestro, también puede hacerlo cosas que son neutras o incluso buenas en sí mismas pero que para mí, puede representar una auténtica carga.
UN PRINCIPIO
PROSEGUIR HACIA LA META DE SER SEMEJANTES A JESÚS
UNA PREGUNTA
¿QUÉ COSAS EN TU VIDA SON CARGAS DE LAS CUALES DEBERÍAS DEPOJARTE PARA SEGUIR A JESÚS?
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