JESUCRISTO Y EL VATICANO SON TOTALMENTE INCOMPATIBLES

Vaticano

Amigos y hermanos,

En estos días estamos observando el espectáculo del Vaticano. Todo es pompa y circunstancias, la iglesia apóstata en todo su esplendor. El lujo no se puede superar, y los colores tampoco. Los líderes se reúnen en secreto, ¿por qué será? Dicen que les va a hablar el Espíritu Santo, pero ¿acaso el Espíritu Santo de Dios se contradice?

No cabe duda que esta es la iglesia de los ricos, los poderosos. El orgullo llena los corazones de todos los que pertenecen a esa denominación viendo las riquezas y monumentos que poseen, los tesoros y millones en que están valorados. En contraste ¿cómo vivió el Hijo de Dios, Jesucristo cuando vino al mundo? Veamos.

Jesús nació en una familia humilde. Su padre era carpintero y su madre una mujer judía sencilla y humilde. Eran pobres, y vivían en una aldea insignificante que hasta los judíos de Jerusalén despreciaban. “¿Acaso ha salido algo bueno de Nazaret?” dijeron en una ocasión. Jesús nunca tuvo casa propia, sino que tenía que pasar el tiempo en casa de otros. Él mismo dijo: “El Hijo del Hombre no tiene donde recortar su cabeza.”

Si el Señor Jesús estuviera aquí, ¿sería invitado al conclave de Roma? Seguro que no. Él no llevaba zapatos rojos, sino sandalias. No se vestía de ropas llamativas y costosas, sino con una túnica hecha a mano. No viajaba en Mercedes o limosinas, sino caminaba o iba montado en un pollino. En todo caso si Jesús visitara el Vaticano en estos momentos, arrojaría todos sus tesoros por los suelos y expulsaría a todo estos fariseos igual que lo hizo una vez en templo.

Por lo tanto, amigos y hermanos, no se dejen impresionar por estos alardes de lujo y de ostentación. A Dios no le impresiona lo más mínimo, sino que lo condena. ¿Cómo podemos saberlo? La respuesta está en la Palabra la cuál nos ha dejado para que no nos engañemos ni nos engañen.
Sabemos que esta institución desobedece la Palabra de Dios y la cambia cuando lo considera necesario. Por ejemplo, Jesús dijo claramente que no llamáramos padre a nadie aquí en la tierra.

Mateo 23:9
“Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos”.

No solo no se le debe llamar padre a ningún hombre en el sentido espiritual, (en este caso a un sacerdote), MUCHO MENOS LLAMAR PADRE SANTO a un mero humano y pecador igual que los somos todos. Solo hay un PADRE SANTO, y es el Padre de nuestro Señor Jesucristo, y Padre nuestro si hemos nacido de nuevo en Cristo. Es el colmo de la arrogancia adjudicarse este titulo, y el colmo de la ceguera aceptarlo así como asi.

La Biblia dice que no hay justo ni aún UNO. Por lo tanto, ni aún uno también incluye al jefe de esta iglesia. La misma palabra Papa quiere decir Papá, pero con mayúscula se está refiriendo a Dios Padre. El permitir semejante cosa y aceptarla es ponerse en contra directamente de lo que Jesús mismo nos enseñó.

Por eso digo que si Jesús estuviera en la tierra, no sería invitado al Vaticano y menos a la elección del próximo cabeza de esta institución anticristo.

Mateo 15:8
“Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mi”.

Mediten y compartan esto con sus conocidos y familiares. Dios nos va a considerar responsables de complicidad si no advertimos a otros.

Santa Biblia, vs. Reina Valera


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