» Jesús predijo (así consta en La Biblia, Su Palabra y podemos leerlo, por ejemplo,
en Mateo 24:9-14 o Lucas 21:12-19),
que sus seguidores tendrían gran éxito en la labor de divulgar el evangelio por todo el mundo,
pero también habría una gran persecución.
El mensaje del amor divino chocaría con el egoísmo, el orgullo, la codicia y
la violencia que caracterizarían al mundo que no tiene a Cristo.
Lo más penoso de la persecución contra los creyentes sería que, en ciertos casos,
sus propios parientes, o bien cristianos caídos, los entregarían a sus perseguidores.
Sin embargo, la persecución al evangelio les daría a los seguidores del Rey la oportunidad
de testificar ante los funcionarios que los juzgarían.
Al llegar la hora de su proceso, el Espíritu mismo les daría las palabras que debían decir.
Los creyentes que sufriesen persecución no deberían aterrorizarse:»Ni un cabello de vuestra
cabeza perecerá» (Lucas 21:18).
¿Quiere decir esto que los creyentes no sufrirían daño físico? No;
el Señor dijo que algunos serían muertos (Lucas 21:16).
Lenski nos da la idea que significa esta expresión. El creyente «está bajo el cuidado
y la salvaguardia de Dios hasta el último de sus cabellos. Nada, absolutamente nada
nos pasa, sin que intervenga la voluntad de Dios».
«Por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará» (Mateo 24:12).
Prevalecerá el desenfreno entre los mundanos y esto hará disminuir el celo y el amor
de la gran mayoría de los que se declaran seguidores del Señor.
También lo que se llama «libertad cristiana» degenerará en un desenfreno
y una anaquía totales. A pesar de la persecución externa y el enfriamiento interno
de la Iglesia, la salvación seguirá siendo posible. «El que persevere hasta el fin,
éste será salvo.» «Con vuestra paciencia (constancia en mantenerse firme) ganaréis
vuestras almas».
Jesús predijo también que el evangelio triunfaría y sería difundido por todo el mundo
«para testimonio a todas las naciones». El fin sólo podrá llegar cuando se cumpla
esta señal.
¿Quiere decir esta profecía que todos los humanos del mundo deberán oír el evangelio
antes de que venga Cristo?. No es esto lo que dijo
Jesús; más bien indicó que el evangelio
sería predicado a todas las naciones para testimonio.
Al parecer, esta señal de su venida se está cumpliendo en nuestra época.
Pronto vendrá la consumación de esta edad.»
» Se Hizo Hombre» de Pablo Hoff
Ante esta patente realidad, sólo cabe examinar con total
honestidad nuestra vida:
– ¿ Mi amor hacia Dios se ha enfriado?
– ¿Ha disminuido mi celo y amor para con Dios?
– ¿Soy parte de ese enfriamiento en la Iglesia?
– ¿He cruzado la barrera aprovechándome de
esa «libertad cristiana» para vivir una vida desenfrenada
totalmente ajena a Dios?
– ¿Estoy siendo parte activa en la divulgación
del Evangelio entre aquellos que me rodean?
– ¿Estoy siendo motivo de persecución o burla por
causa de mi fe en Cristo?.
No desmayes….. recuerda lo leído.
Jesús ya predijo estos tiempos….. y por supuesto….
¡no se equivocó!,
y con esa misma exactitud sabemos
que el tiempo de su regreso ya está muy cerca,
por ello que nuestro deseo
sea el mismo que el del Apóstol Pablo:
«Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento
de Dios en Cristo Jesús»
(Filipenses 3:14)
Deja una respuesta