Bendiciones hermanos.
Continuamos con la lectura del libro de Juan, hoy con el capítulo 6 que trata nueve temas como, los discípulos recogen espigasen sábado, el hombre de la mano seca, elección de los doce apóstoles, Jesús ministra a una multitud, bienaventuranzas y ayes, el amor a los enemigos y la regla de oro, el juzgar a los demás, por sus frutos los conoceréis y los dos cimientos.
Padre nuestro gracias por esta palabra que nos das, porque nos muestra el inmenso amor hacia nosotros por medio de Cristo, te alabamos y te adoramos, ponemos en tus manos este foro y te pedimos que nos guíes en la lectura, para poder por medio de ella conocerte más y poder seguirte por el camino recto, lo ponemos en tus manos en el santísimo nombre de Jesús amen.
Juan
Capítulo 06
Discípulos y seguidores de Jesús
Los discípulos recogen espigasen sábado
(Mt 12.1-8; Mc 2.23-28)
6:1 Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias.
6:2 Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos.
6:3 Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos.
6:4 Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos.
6:5 Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?
El hombre de la mano seca
(Mt 12.9-14; Mc 3.1-6)
6:6 Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer.
6:7 Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco.
6:8 Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo:
6:9 Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?
6:10 Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones.
6:11 Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían.
Elección de los doce apóstoles
(Mt 10.1-4; Mc 3.13-19)
6:12 Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada.
6:13 Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido.
6:14 Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.
6:15 Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo.
6:16 Al anochecer, descendieron sus discípulos al mar,
Jesús ministra a una multitud
(Mt 4.23-25)
6:17 y entrando en una barca, iban cruzando el mar hacia Capernaum. Estaba ya oscuro, y Jesús no había venido a ellos.
6:18 Y se levantaba el mar con un gran viento que soplaba.
6:19 Cuando habían remado como veinticinco o treinta estadios, vieron a Jesús que andaba sobre el mar y se acercaba a la barca; y tuvieron miedo.
Bienaventuranzas y ayes
(Mt 5.1-12)
6:20 Más él les dijo: Yo soy; no temáis.
6:21 Ellos entonces con gusto le recibieron en la barca, la cual llegó en seguida a la tierra adonde iban.
6:22 El día siguiente, la gente que estaba al otro lado del mar vio que no había habido allí más que una sola barca, y que Jesús no había entrado en ella con sus discípulos, sino que éstos se habían ido solos.
6:23 Pero otras barcas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber dado gracias el Señor.
6:24 Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús.
6:25 Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá?
6:26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.
El amor a los enemigos y la regla de oro
(Mt 5.38-48; 7.12)
6:27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.
6:28 Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?
6:29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.
6:30 Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces?
6:31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer.
6:32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.
6:33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
6:34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.
6:35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
6:36 Más os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.
El juzgar a los demás
(Mt 7.1-5)
6:37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
6:38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
6:39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.
6:40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
6:41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo.
6:42 Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?
Por sus frutos los conoceréis
(Mt 7.15-20)
6:43 Jesús respondió y les dijo: No murmuréis entre vosotros.
6:44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.
6:45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí.
Los dos cimientos
(Mt 7.24-27)
6:46 No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; éste ha visto al Padre.
6:47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.
6:48 Yo soy el pan de vida.
6:49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron.
6:50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera.
6:51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
6:52 Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
6:53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
6:54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
6:55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
6:56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.
6:57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
6:58 Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.
6:59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.
6:60 Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?
6:61 Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende?
6:62 ¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero?
6:63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
6:64 Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar.
6:65 Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.
6:66 Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.
6:67 Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros?
6:68 Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
6:69 Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
6:70 Jesús les respondió: ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo?
6:71 Hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque éste era el que le iba a entregar, y era uno de los doce.
Notas:
Lucas 6:1 En esta sección y en la siguiente (v. 6-11) se habla del conflicto entre Jesús y los fariseos sobre la observancia del sábado.
Lucas 6:1 Sábado: Véase Concordancia temática.
Lucas 6:1 Dt 23.25.
Lucas 6:2 Según la interpretación rabínica de la Ley mosaica, los discípulos estaban desobedeciendo el mandamiento de Ex 20.8-11. Véase Mt 12.1-2.
Lucas 6:4 1 S 21.1-6; cf. Lv 24.9.
Lucas 6:6 Sobre la relación entre esta sección y la anterior, véase 6.1-5.
Lucas 6:7 Los fariseos consideraban prohibido el sanar en sábado.
Lucas 6:10 Mirándolos: Cf. Mc 3.5.
Lucas 6:12 Pasó la noche orando a Dios: Lc 3.21 n.; cf. Mt 14.23; Lc 9.28.
Lucas 6:13 De un grupo numeroso de discípulos (o seguidores) Jesús escoge doce, a quienes designa como apóstoles; véase Mt 10.1-2.
Lucas 6:14 Simón… Pedro: Véase Mt 16.18.
Lucas 6:15 Hijo de Alfeo: También puede entenderse como hermano de Alfeo.
Lucas 6:15 Zelote: forma griega de la palabra «cananita» (véase Mc 3.18); ambas palabras pueden traducirse por «celoso», «fanático». Se dio también este nombre a un grupo nacionalista judío que se rebeló contra Roma. Véase Introducción al NT.
Lucas 6:16 Hermano de Jacobo: o de Santiago. También puede entenderse como Hijo de Jacobo o de Santiago: Véase 5.10.
Lucas 6:17 Compárense los v. 17-49 con las enseñanzas de Jesús en Mt 5–7.
Lucas 6:17 Tiro y Sidón: ciudades no judías en la costa del mar Mediterráneo, al norte de Galilea.
Lucas 6:20 Sobre la forma literaria de las «bienaventuranzas», véanse Mt 5.3-12. y Concordancia temática. A las cuatro presentadas aquí, Lc contrapone los cuatro «ayes» de los v. 24-26.
Lucas 6:20 Como en muchos otros casos, aquí discípulos no solo se refiere a los doce, sino a todos los seguidores de Jesús.
Lucas 6:21 Este texto acentúa, más que el texto paralelo de Mt 5.3-10, la preocupación de Jesús por los pobres, al referir los v. 20-21a a la pobreza y al hambre en sentido literal. Véase Lc 4.17 n. Cf. Jer 31.25.
Lucas 6:21 Sal 126.5-6; Is 57.18; 61.2-3; Ap 7.16-17.
Lucas 6:22 Cf. 1 P 4.14.
Lucas 6:23 2 Cr 36.16; Hch 7.52.
Lucas 6:24 Lc 16.25; Stg 5.1-5.
Lucas 6:26 Cf. Stg 4.4.
Lucas 6:29 Mt 5.39-40; cf. Lm 3.30. Túnica: especie de camisa larga; la capa se llevaba sobre ella.
Lucas 6:30 Pr 25.21; Ro 12.17,20; 13.8-10.
Lucas 6:31 Sobre esta «regla de oro», véase Mt 7.12.
Lucas 6:35 No esperando de ello nada: es decir, sin esperar nada a cambio.
Lucas 6:35 Hijos del Altísimo: Para el uso figurado de hijos, véase Jn 8.44.
Lucas 6:37 Mt 6.14. No seréis juzgados… no seréis condenados… seréis perdonados: Respecto al uso de la voz pasiva para indicar la acción de Dios, véase Mt 5.4.
Lucas 6:38 Mc 4.24.
Lucas 6:39 Mt 15.14.
Lucas 6:40 Mt 10.24-25; Jn 13.16; 15.20.
Lucas 6:41 Exageración intencional; cf. Mt 7.3.
Lucas 6:43 Además de los pasajes paralelos, cf. Stg 3.11-12.
Lucas 6:44 Mt 12.33; cf. Mt 7.20.
Lucas 6:45 Mt 12.34.
Lucas 6:46 Mt 7.21.
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