Sin disciplina podemos acabar haciendo cosas que no son convenientes.
Sin la disciplina natural, podemos acabar arruinando la vida de nuestros cuerpos.
Sin la disciplina espiritual, podemos acabar arruinando la vida de nuestras almas.
Es pues la disciplina algo importante y vital en nuestros dias.
La disciplina natural proviene de nuestros padres y tutores.
La disciplina espiritual solo puede provenir de uno: de Dios el Padre.
El destino de nuestros cuerpos y almas dependerá en gran medida de como hayamos respondido a la disciplina.
Sin disciplina nuestro destino es verdaderamente incierto; nunca podremos saber como acabaremos.
Démonos pues con firmeza a la disciplina tanto natural como espiritual.
Primero es lo natural, despues lo espiritual ( 1ª corintios 15 ), pero ambas cosas son necesarias para una salud completa de cuerpo y alma.
Una Escritura Santa para meditar:
Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor,
Ni desmayes cuando eres reprendido por él;
12:6 Porque el Señor al que ama, disciplina,
Y azota a todo el que recibe por hijo.
12:7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?
12:8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.
12:9 Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
12:10 Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.
12:11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados. ( Hebreos 12 )
Con amor,
TATIS
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