La ley de la Muerte

 

“Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús
me ha librado de la ley del pecado y de la muerte”. Romanos
8:2

 

Cada vez que pecamos entra en vigor una ley que se llama la ley
del pecado y de la muerte. Esta ley es la ley de culpabilidad, la
ley que se cumple en nuestra mente y nuestra carne y nos mata.
Esta ley además de separarnos de Dios nos separa de su bendición.
Esta ley es automática y se activa al aceptar la condenación
autoimpuesta por nuestra misma carne o condición pecaminosa.

 

La única manera de conocer esta ley, es conociendo la ley de Dios
y posteriormente pecar y nos damos cuenta de la diferencia. De
otra manera es imposible conocerla ya que estamos inmersos en
esta mentalidad y nunca hemos conocido la libertad del Espíritu.

 

La ley del
pecado y de la muerte

 

Hoy mismo hay miles de jóvenes y adultos creyendo las mentiras de
Satanás. Satanás trabaja al nivel de esta mentalidad y detecta
este tipo de mentalidad en jóvenes y adultos y trabaja este
nivel. Es fácil detectar cuando esta mentalidad está operando
porque normalmente trae desanimo, trae descontento, trae
ansiedad, trae temor, trae angustia.

Satanás opera oprimiendo al que se deja intimidar por este
sentimiento de culpabilidad o auto castigo. Un ejemplo es cuando
le fallamos a Dios ¿Quién no le ha fallado a Dios?. Cuando
fallamos mucho a Dios nos sentimos miserables y nos sentimos que
nunca cumpliremos las expectativas de Dios. La ley del pecado y
de la muerte está operando. Esos sentimientos que trae la ley del
pecado y de la muerte son sentimiento de bajeza, nos hacen sentir
que no merecemos nada de Dios, nos hacen sentir que Dios no nos
va a aceptar nunca.

Estos sentimiento de auto condena, de auto rechazo van creciendo
hasta convertirse en una opresión de parte del enemigo. Este tipo
de opresión se convierte en depresión y angustia que carcome
hasta los huesos.

La ley del pecado y de la muerte está en su máximo nivel. No solo
nos mató espiritualmente sino que nos está llevando a la muerte
física. Esta condición es aprovechada por los demonios ya que
ellos de alguna manera detectan el temor, la ansiedad y la
angustia y comienzan a plañera su desenlace final. Pensamiento de
muerte, pensamientos de suicidio, pensamientos de derrota total,
pensamiento de desear la muerte. Nadie esta exento de esta ley,
aun uno o a otro grado, Job deseo la muerte y para el ya todo
estaba acabado. 

 

“Que esperan la muerte, y ella no llega, Aunque la
buscan más que tesoros”. Job 3:21

 

La ley del
Espíritu de Vida

 

“Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús
me ha librado de la ley del pecado y de la muerte”. Romanos
8:2

     

¿Cuál es esa ley que nos puede librar del espíritu de muerte? La
ley del Espíritu de vida. La ley del Espíritu de vida  es la
que dice que Cristo pago el precio de mi derrota, es la ley que
dice que Cristo pago el precio de mi desprecio. La ley del
Espíritu de vida es la que dice que Cristo pago el precio no solo
de mi salvación sino pago el precio para siempre y ya no se
acuerda de nuestros pecados pasados, presentes y futuros.

 

La carne y la mente humana no entienden esta verdad, esta verdad
es espiritual y solo nuestro espíritu puede entender esta verdad.
Mientras que la ley del pecado y de la muerte es un círculo
vicioso de pecado – condenación, la ley del Espíritu de Vida nos
puede sacar de este círculo vicioso.

 

La manera de hacer es creyendo la palabra de Dios y aceptando en
nuestro corazón que Cristo es suficiente para todas nuestras
fallas. Dejar que Cristo gobierne y no nuestra carne. Cuando le
permitimos a Cristo gobernar entonces su palabra penetra hasta lo
mas escondido de nuestro corazón y echa fuera el temor, la
ansiedad, la angustia, la mentira de Satanás y comienza una
transformación en nuestra mente.

¿Cuál es esa ley del Espíritu de Vida que nos puede librar del
espíritu de muerte?

Creer que Cristo ya pago el precio de mis debilidades, de mis
errores, de mi infortunio, aun considerando lo mejor como peor
para que Cristo sea el único glorificado. Mucha gente ha
intentado entrar con sus propios esfuerzos y lograr merecer algo
de Dios. Aceptar que Cristo es el único y suficiente sacrificio
que pagos por todo nuestro bienestar. Esa es la ley del Espíritu
que trae vida. Aceptar su gracia, su misericordia y su amor trae
paz y gozo al corazón.

“Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no
profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios,
y en tu nombre hicimos muchos milagros?” Mateo 7:22

 

 Muchos han querido entrar con sus esfuerzos ignorando
completamente la obra de Jesus y aceptando y valorando ese
sacrificio tan grande. Ese sacrificio de Jesus pago todo el
precio de nuestras fallas.

 

¡Cuando tienes a Cristo eres perfecto!

 

Bendiciones

 

Abdiel Salas

[email protected]

 

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