• Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. – Job 42:3.
• Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros. – 1ª Juan 4:12.
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Serie: La solución de Dios para el pecado
La palabra «trinidad» no aparece en la Biblia, aunque traduce una revelación bíblica muy importante. También podríamos hablar de «tri-unidad», pero el lenguaje humano siempre es insuficiente para describir algo que revela la naturaleza del Dios infinito.
La Biblia enseña con fuerza la unidad de la Divinidad: sólo hay un Dios. Pero esta unidad no se parece en nada a la del hombre, un ser creado. Un hombre no puede hallarse en Quito y al mismo tiempo en París. Sin embargo, no sucede lo mismo con el Dios único, el Creador. Está en la gloria de los cielos y al mismo tiempo se halla presente en todo lugar en la tierra. Esto no significa que una parte de su ser esté en los cielos y otra en la tierra. No, Dios es uno, y no puede estar dividido.
Esta presencia de Dios en la tierra fue manifestada cuando Cristo vino a nuestro mundo. Era el Hijo en la tierra, mientras seguía estando en el seno del Padre (Juan 1:18), y hablaba de Dios el Padre como si estuviese en los cielos. Hoy, desde que Cristo subió al cielo, Dios está en la tierra mediante el Espíritu Santo, persona divina a quien el Padre y el Hijo han enviado. Actúa de manera invisible entre los creyentes.
El Dios único, inescrutable para el hombre, se reveló como Padre mediante su Hijo, quien vino a sus criaturas, las cuales ahora tienen la posibilidad de adorar al Padre y al Hijo por el Espíritu Santo. (Continua …)
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