¿Sabes, pequeña? La vida no es fácil. Has estado sufriendo de cólicos y reflujo. No me gusta verte llorar, y sin embargo eres una luchadora, una niña noble que da lo mejor de sí. Te tocó ser la segunda, así que compartes a tu mamá con un hermano. Además, has llegado en un tiempo de calor y frío, y la inestabilidad del clima te afecta también.
Quizá estás aprendiendo una gran lección sin saberlo, que la vida no es fácil, que existe la enfermedad y el dolor, pero también has visto en medio de todo el amor de tus padres, tu hermano, tus familiares. Y sobre todo, puedes sentir el amor de Dios en la brisa, la sonrisa y el abrazo mañanero.
La vida no es fácil, hijita, pero no estás sola, nunca estarás sola. Él estará allí, a una oración de distancia, así que búscalo, ámalo, síguelo. La vida no es fácil, pero con Él, todo es posible.
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