No necesitan ir a Congresos de Avivamiento para que la llama del amor de Cristo esté avivada en el corazón de estos mártires. Y no necesitan de estrategias humanas, ni de seminarios, ni de mensajes positivos para recibir aliento y fortaleza para confesar que son propiedad de Cristo. Ellos solo necesitan de Dios, de su Espíritu Santo para ser consolados, fortalecidos y tener Su paz aún cuando son golpeados, maltratados y vejados. Y solo necesitan de Dios, porque ellos hicieron suya estas palabras de aliento: 4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Filipenses) Ellos nos esperan tener premios ARPA, ni recibir gloria de hombres, pues ellos saben que ya tienen su galardón el cielo: LA CORONA DE JUSTICIA
4:5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio. 4:6 Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. 4:7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 4:8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.“Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” (2 Ti. 4:6, 7).
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