Hay un creciente conjunto de pruebas que contradice la teoría naturalista de que las moléculas evolucionasen hasta llegar al hombre. Consultemos la obra misma de Darwin para considerar algunas de las cuestiones planteadas.
La mayoría de las personas no saben que Charles Darwin hizo muchas predicciones arriesgadas en su obra El origen de las especies con respecto a la evidencia científica. Las predicciones de Darwin, en el mejor espíritu de la buena ciencia, nos han proporcionado un método para poner a prueba su teoría.
Darwin se sentía preocupado debido a que el registro fósil, a mediados del siglo 19, no respaldaba su teoría de descendencia común, pero daba por supuesto que, con el tiempo, los investigadores darían con los eslabones perdidos.
Más de 150 después, las formas de transición son sumamente raras. El fallecido científico de Harvard, Stephen Jay Gould, designó a esta rareza como el secreto del gremio de los paleóntologoss. De hecho, el registro fósil respalda la aparición súbita de nuevas formas que luego permanecen esencialmente sin cambios. El ejemplo más destacado de esto es el de la explosión del Cámbrico.
En los estratos del Cámbrico aparecen de forma abrupta fósiles de varias docenas de tipos, sin ningún patrón evidente de desarrollo a partir de antecesores más simples. Después de esta explosión, los nuevos tipos se mantienen esencialmente sin cambios en el registro fósil, bien hasta el presente, bien hasta quedar extintos. Esta evidencia de una aparición abrupta de una multiplicidad de tipos erosiona la credibilidad de su teoría de descendencia común; efectivamente, el árbol de la vida según Darwin queda del revés.
Con relación a su tesis de que la selección natural y las variaciones al azar podrían dar origen a la asombrosa diversidad que vemos actualmente en el mundo de lo viviente, Darwin hizo otra predicción arriesgada. Dijo él:
“Si pudiera demostrarse que ha existido un órgano complejo que no pudo haber sido formado por numerosas y ligeras modificaciones sucesivas, mi teoría fracasaría por completo”.
La célula proporciona la evidencia crucial: unas asombrosas máquinas de complejidad irreducible y sistemas interconectados de máquinas. Se hace cada vez más claro que este nivel de complejidad no puede surgir mediante un proceso natural carente de dirección. Por tanto, las fracasadas predicciones del mismo Darwin han servido realmente para refutar su teoría.
C. S. Lewis Society
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