MARCOS ESTUDIO 12: LO QUE VALORA JESÚS

Vale más que todos los holocaustos y sacrificios.

Un maestro de la Ley en el contexto de una conversación con Jesús llega a entender ¡Por fin! el significado de las palabras del profeta misericordia quiero y no sacrificios. Entiende que toda la religión se resumen en dos simples y desafiantes principios, amar a Dios y amar al prójimo, amar al otro.

Amar a Dios significa, usando palabras de Jesús dichas en el evangelio de Juan, obedecerle. Cuando guardo sus mandamientos le amo, le expreso cuán importante y significativo es para mí.

Amar al prójimo significa buscar su bien por todos los medios a mi alcance. Hacerlo de forma intencional, activa, incondicional incluso dolorosa. Ya que amar al prójimo es uno de los mandamientos dados por el propio Dios resulta que cuando amo al primero estoy amando al segundo. El propio Juan, el discípulo amado de Jesús, afirmaba la inconsistencia de pretender que amamos a Dios -a quien no vemos- si no somos capaces de amar al hermano -a quien vemos-.

En definitiva, el seguimiento de Jesús es una realidad que tiene dos dimensiones, una vertical, amar a Dios y otra horizontal, amar al prójimo, al cercano, al hermano e incluso al enemigo. Eso tiene mucho más valor que todos los sacrificios, alabanzas, cultos, reuniones, campañas, comités, estrategias y planes que podamos llevar a término. Al fin y al cabo Jesús nunca pidió que le adoráramos -no estoy diciendo que no haya que hacerlo- pero si explícitamente pidió que le obedeciéramos.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.