“¿Perdonar a mi esposo?” exclamó mi aconsejada, “¡El no merece ser perdonado!” Verdaderamente, su esposo había pecado contra ella una y otra vez. De hecho, él había estado visitando prostitutas, viendo pornografía y yendo a clubes nocturnos y salones de masajes durante todo el tiempo que estuvieron casados. Cuando ella vino a Pure Life Ministries […]
¡Mi esposo no merece ser perdonando!
—
por
Deja una respuesta