Os conceda Dios que halléis descanso cada una en casa de su marido. ( Rut 1: 9 ).< ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />
No hay reposo, ni descanso si no es en Casa del marido.
Dios ya lo dejó dicho a los antiguos hablándole al Pueblo por medio de la lengua de tartamudos , y en extraña lengua, como una señal de quien era el verdadero marido que les traería el reposo. Y les dijo: “ Este es el reposo ( señalando el Espíritu, a Cristo ); el que dará reposo al cansado, y el que traerá el refrigerio”. El reposo descansará en Aquel que es < ?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" />la Palabra , el cuál estará para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha. ( Lucas 2: 34 ).
La voz de éste esposo ó marido se dejará oír diciendo : “ Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados , y yo os haré descansar. ….en mí hallaréis descanso para vuestras almas. ( Mateo 11: 28 ).
Este esposo, abre la puerta, para que el que por él entrare, sea salvo, y en lugares de delicados pastos le hará descansar; junto a aguas de reposo éste esposo confortará su alma. Y en esa Casa podrá morar con él todos los días de su vida, los cuales son eternos.
Señor, nosotros nos alegramos en tu Reposo; en él pusiste tu Poder y tu Salvación, y nos gozamos en él. Le anhelamos a él, y tú nos concediste el deseo de nuestro corazón aceptando la petición de nuestros labios. El esposo nos salió al encuentro con bendiciones de bien para darnos vida, largura de días eternamente y para siempre. Nos ha llenado de alegría con su presencia, y confiando para siempre en él, no seremos conmovidos.
Nos deleitamos en él, en Aquel que concede las peticiones de nuestros corazones, en Aquel que vive para siempre en nuestros corazones.
Señor, tu eres nuestro Reposo, no nos apartaremos de ti; dondequiera que tu vayas, iremos nosotros, y dondequiera que mores, moraremos nosotros, Tu Casa, será nuestra Casa, y tu Padre, Dios, será nuestro Padre y Dios.
Bendiciones para tus Hijos. Amén.
No hay reposo, ni descanso si no es en Casa del marido.
Dios ya lo dejó dicho a los antiguos hablándole al Pueblo por medio de la lengua de tartamudos , y en extraña lengua, como una señal de quien era el verdadero marido que les traería el reposo. Y les dijo: “ Este es el reposo ( señalando el Espíritu, a Cristo ); el que dará reposo al cansado, y el que traerá el refrigerio”. El reposo descansará en Aquel que es < ?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" />
La voz de éste esposo ó marido se dejará oír diciendo : “ Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados , y yo os haré descansar. ….en mí hallaréis descanso para vuestras almas. ( Mateo 11: 28 ).
Este esposo, abre la puerta, para que el que por él entrare, sea salvo, y en lugares de delicados pastos le hará descansar; junto a aguas de reposo éste esposo confortará su alma. Y en esa Casa podrá morar con él todos los días de su vida, los cuales son eternos.
Señor, nosotros nos alegramos en tu Reposo; en él pusiste tu Poder y tu Salvación, y nos gozamos en él. Le anhelamos a él, y tú nos concediste el deseo de nuestro corazón aceptando la petición de nuestros labios. El esposo nos salió al encuentro con bendiciones de bien para darnos vida, largura de días eternamente y para siempre. Nos ha llenado de alegría con su presencia, y confiando para siempre en él, no seremos conmovidos.
Nos deleitamos en él, en Aquel que concede las peticiones de nuestros corazones, en Aquel que vive para siempre en nuestros corazones.
Señor, tu eres nuestro Reposo, no nos apartaremos de ti; dondequiera que tu vayas, iremos nosotros, y dondequiera que mores, moraremos nosotros, Tu Casa, será nuestra Casa, y tu Padre, Dios, será nuestro Padre y Dios.
Bendiciones para tus Hijos. Amén.
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