En una ocasión el Señor estuvo enseñando y dijo palabras que sus discípulos encontraron difíciles, pero no era un asunto difícil de entender, ellos entendieron la implicancia de las palabras, mas lo que veían difícil era su aplicación, dice en Juan seis sesenta: Al oírlas muchos de sus discípulos dijeron , dura es esta palabra quien la puede oír? ..el Señor dijo muchas cosas difíciles como Mateo cinco veintinueve: si tu ojo te es ocasión de caer sácalo y échalo de ti, pues mejor es que se pierda uno de tus miembros y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno,o como cuando dijo en Mateo dieciséis veinticuatro: si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a si mismo y tome su cruz y sígame, o Mateo cinco cuarenta y tres: amaras a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo habíais oído, pero yo os digo amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen y orad por los que os ultrajan y os persiguen,…..palabras duras…….difíciles…..no de entender, sino de aplicar. Para seguir a Jesucristo hay que poner por obra todas estas palabras y la única manera es negarnos a nosotros mismo y es ahí donde entran en juego este asunto de las pasiones >>>>>
Pasiones fuera de control – Salvador Gómez
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