¿Por qué insistir en vivir en pureza, si aún no tengo un esposo o esposa para satisfacer mis necesidades?

no tengo pareja

Algunos pastores dicen que lo ideal es que uno esté casado. Sin embargo, a veces creo que es injusto, pues estando soltero, no tengo esa salida de la tentación, y no puedo satisfacer legítimamente mis necesidades sexuales. ¿Cómo puedo aguantar taaaantos años sin sexo? ¿Puedo vivir en paz sin tener una vida sexual activa?

I Tesalonicenses 4: 2-8 dice:

Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús; pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado. Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación. Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo.

El texto bíblico afirma que todo cristiano debe procurar apartarse del pecado de inmoralidad sexual en sus diferentes formas, teniendo un matrimonio sexualmente sano.

Ahora bien, debemos enfatizar que las relaciones sexuales no son una necesidad fisiológica como el comer, beber o respirar, las cuales son esenciales para la vida; no morirás sin sexo. Es la voluntad de Dios que sus hijos aprendamos a tener dominio sobre los deseos sexuales y no solo cuando estamos de solteros, sino que aún al casarse debemos mantener una disciplina en nuestra sexualidad. No es solo la satisfacción sexual la que debe motivar a un cristiano al matrimonio.

El versículo recalca “no en pasión de concupiscencia” y aclara también que esa es la forma en que los impíos viven con sus parejas. Es una falsedad creer que una vez casados, la vida matrimonial es de sexo cada vez que lo desees; como esposo o esposa debes aprender que pasarás tal vez un 2% de tu vida teniendo relaciones sexuales, y que el resto es para construir la relación, y de ganarte la intimidad de tu pareja con tu trato.

El creyente al cual Dios aún no le ha provisto de una pareja debe entender que su soltería es parte de la voluntad de Dios por medio de la cual Dios está formando su carácter. Ciertamente, a veces se hace demasiado énfasis en el matrimonio, de tal manera que se hace ver que el soltero está tristemente incompleto, o que vive sin propósito en la vida solo porque no tiene una pareja. En la soltería, puedes buscar un noviazgo y luego un matrimonio, pero no tienes que vivir sufriendo pensando en que no tienes sexo.

Si fuera correcto pensar que la pareja se busca para satisfacer la necesidad sexual, tendríamos que pensar que hay que buscar pareja desde los 14 años, cuando llegamos a la pubertad. A algunos Dios les proveerá de esposa o esposo en sus 20s a otros en sus 30s y a otros en sus 40s. Es interesante notar que era Isaac de cuarenta años cuando conoció a Rebeca su mujer. (Génesis 25:20).

Entonces, ¿cómo puede alguien mantenerse puro, sin tener pareja? De la misma forma en la cual podemos vencer todos los demás pecados: solamente con la llenura del Espíritu Santo, la cual se busca por medio de los medios de Gracia: la profundización en el estudio de la Palabra de Dios, la oración ferviente y la comunión de los santos. El pecado se vence por medio de la cruz de Cristo, y no a través de un cambio en el estado civil.


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