¿Por qué recitamos el Credo Apostólico? Por Kim Riddlebarger

Nunca me voy a olvidar de la primera vez que adoré a Dios en una iglesia Presbiteriana. Yo crecí en una Iglesia Bíblica Independiente donde se enseñaba que los Cristianos creen en la Biblia, mientras que los Católicos Romanos se basan en la tradición. Nosotros “no tenemos credos sino que a Cristo”. Ustedes pueden imaginarse como me sentí cuando los Presbiterianos recitaron fielmente el Credo de los Apóstoles con gran gusto, incluyendo aquella línea que, en ese tiempo, yo no podía repetir: “Creo… en la santa iglesia católica.”

Rápidamente aprendí que muchos protestantes aún recitan este antiguo credo. Verdaderamente, el credo sirve para un propósito importante en muchas de aquellas iglesias que tienen sus raíces plantadas en la Reforma. El Catecismo de Heidelberg (el amado catecismo de la rama reformada de la familia cristiana en la cual ahora soy ministro), incluso utiliza el Credo Apostólico como un resumen básico de las cosas que todo Cristiano debe creer. Si alguien te pregunta “¿Qué es lo que define al Cristianismo?” la respuesta podría ser: “la definición del Cristianismo está en el Credo.”

Los artículos de nuestra “fe universal e infalible de todos los cristianos”, que introduce la pregunta 22 del Catecismo de Heidelberg, son desarrollados en las preguntas y respuestas 23-58 de ese catecismo. Este desarrollo expone las varias doctrinas contenidas en el Credo Apostólico. Los protestantes no creen que los credos, confesiones y catecismos sean infalibles – lo que sólo puede ser dicho de la Escritura. Pero los Protestantes Confesionales creen que los credos, confesiones y catecismos son autoritativos porque ellos resumen adecuadamente la enseñanza de la Escritura, lo que es su propósito principal.

Zacarías Ursinus – el autor principal del Catecismo de Heidelberg – nos dice porque el Credo Apostólico fue elegido para su característico catecismo Reformado: “Significa una forma breve y resumida de la fe cristiana, la cual distingue a la iglesia y a sus miembros de la muchas sectas.” (Commentary on the Heidelberg Catechism, p. 117).

En otras palabras, si tienes que juntar aquellas cosas que diferencian al Cristianismo de todas las otras religiones, incluyendo las monoteístas (como el Judaísmo y el Islam), el Credo Apostólico puede proveernos un excelente resumen de aquellas doctrinas que son únicas del Cristianismo. El Credo expone la doctrina de la Trinidad. Expone lo básico de la economía de la redención – el Padre es el creador de todas las cosas, Jesús es el único Salvador, y el Espíritu Santo es quien nos da fe y nos une con Cristo. El Credo también afirma los hechos básicos del Evangelio – el nacimiento virginal de nuestro Señor, su sufrimiento, muerte, y resurrección corporal. Es más, el credo afirma el descenso de Jesús al infierno (que los Reformados creemos que se refiere a su sufrimiento por la ira de Dios sobre la cruz), su resurrección física, y su ascensión al cielo donde Jesús ahora reina sobre todo hasta su retorno en el final de los tiempo para juzgar al mundo y resucitar a los muertos.

Después, el Credo habla de la persona y obra del Espíritu Santo, la existencia de una iglesia “santa” (aquellos cuya única esperanza del cielo está en la obra redentiva de Jesucristo) y “católica”, una referencia a la iglesia universal (el cuerpo de Cristo) que existirá desde que fue fundada y hasta que Cristo vuelva. El credo afirma la comunión de los santos (la comunión de pecadores justificados con el Cristo resucitado), el perdón de los pecados (la obra de Cristo en cumplir toda la justicia y morir por los pecados de su pueblo), la resurrección de los cuerpos al final de esta época (como Jesús fue resucitado al tercer día, y como vendrá cuando retorne) y la vida eterna (nuevo cielo y nueva tierra).

Ursinus eligió el Credo Apostólico como el esqueleto estructural para la sección de su catecismo que trata de la gracia de Dios porque el credo resume de forma tan efectiva lo básico de la fe Cristiana de forma que ningún no cristiano pueda recitarlo. En este sentido, el Credo define lo que es y lo que no es el cristianismo.

Pero así Ursinus expone encima del Credo Apostólico, él también trata de demostrar como el Cristianismo Reformado difiere del Catolicismo Romano en esas doctrinas esenciales como la justificación por la fe solamente, la naturaleza de la obra de Cristo, así como también de los sacramentos. Así, mientras el credo manifiesta lo que es esencial y únicamente cristiano, los Protestantes contienden que la Iglesia Romana tristemente se equivoca en esas mismas doctrinas en un número de puntos críticos.

Debido a que existe una gran necesidad de resumir la enseñanza de la Escritura y para identificarnos con los fieles que ya han partido, muchas iglesias Protestantes aún recitan el Credo Apostólico. Es por eso que las iglesias Reformadas consideran el Credo Apostólico como el mejor resumen de las doctrinas básicas de la fe Cristiana, y ese es por qué una exposición del Credo se encuentra en el corazón del Catecismo de Heidelberg.

Fuente: http://www.ligonier.org/blog/why-do-we-recite-apostles-creed/

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