Porque creemos tener la razón.
Y, si tenemos la razón, otros están equivocados.
Y si otros no tienen la razón y yo sí, ¿por qué discuto?
Porque quiero ganar.
¿Por qué quiero ganar si esto no es una carrera por la razón?
Porque soy inmaduro.
Pero si tengo la Verdad y la razón, ¿por qué soy inmaduro?
Porque la información se ha quedado en mi mente, y no ha pasado al resto de mi ser para transformación.
Espera… espera… espera…
Entonces, sino soy transformado ¿cuál es la principal motivación detrás de querer que otros sean aplastados por mi debate?
Miedo.
¿Y miedo por qué si… tengo… la razón?
Me motivarán muchas cosas pero no el amor…
porque el amor echa fuera el temor.
¿Por qué entonces discutimos?
Repeat.
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Fausto Liriano • www.veldugo01.com
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Foto Cortesía de Thomas Hawk
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¿Por Qué Tantas Discusiones y Peleas Teológicas?
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