Antes de la ruina el corazón fue soberbio.
El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define la soberbia como altivez y un deseo fuera de lo normal de ser preferido a otros. Indica también que la soberbia es un desprecio de los demás al compararlos con uno mismo. Finalmente, otra acepción del término indica que son palabras o acciones que nacen de la cólera o la ira.
Creo que el manual de la vida nos enseña que un corazón soberbio, es decir, aquel que cultiva de forma continuada las características antes mencionadas, lleva a las personas hacia la ruina, una ruina que se puede manifestar en las diferentes áreas de la vida, personal, profesional, familiar, espiritual, etc., etc.
Tiene todo el sentido del mundo ya que el soberbio se sobrevalora a sí mismo y desprecia a los demás, ya sea por su aspecto físico, su forma de expresarse, su condición social, cultural, su carácter y un sinfín de matices. Esta sobrevaloración le hace incapaz de poder aprender de nadie, de recibir retroalimentación de ninguna persona y, consecuentemente, de mejorar o evitar peligros o situaciones que pueden llevar a la destrucción o, dicho el palabras de Proverbios, a la ruina.
Por eso debemos de vigilar en nuestro corazón los primeros síntomas de ruina, es decir, los primeros síntomas de soberbia, a saber, el desprecio de los demás, el excesivo deseo de sobresalir, las acciones que nacen de la cólera y la ira.
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