Hay una guerra filosófica entre los darwinistas y los creacionistas. Cada grupo cree que el otro miente. Los darwinistas suelen ser ateos y los ateos no tienen problemas en mentir. Los creacionistas siendo cristianos sí tienen problemas con mentir.
Por lo tanto, ¿quién tiene más probabilidades de estar mintiendo? Es obvio, pues para los ateos no existe el pecado y por lo tanto mentir para ellos no es nada malo pero para los creacionistas sí lo es.
Aparte de esto, existen dos cosmovisiones en el mundo: El teísmo y el ateísmo. Cada cosmovisión (forma de ver la vida), se basa en la existencia de Dios y sus leyes, o como en caso de los ateos, la no existencia de Dios y por lo tanto no hay leyes que obedecer, excepto las que impone el hombre por medio del gobierno. Si mentir sobre algo te beneficia de alguna forma y el gobierno no te va a castigar por ello, pues ¿por qué no voy a mentir? Sería de tonto no hacerlo, razonaría un ateo. Según ellos no existe el bien ni el mal, pues todo es relativo, así que cada uno se hace sus propias leyes: las que le convienen.
Los cristianos verdaderos, los que amamos al Señor y vivimos haciendo todo lo posible por guardar Sus mandamientos, no mentimos por costumbre, como hacen los demás, y sobre todo no mentimos intencionadamente.
Los darwinistas están convencidos que sí mentimos, porque ellos ya se han formado una filosofía sobre el origen del universo y la vida y de ninguna forma van a aceptar otra que la darwinista. Es la que más les conviene y la mayoría de los que defienden a capa y espada dicha filosofía han empleado mucho tiempo y dinero estudiándola y es muy duro reconocer al cabo de los años que se han equivocado. Esto es lo que hay detrás de sus convicciones sobre nuestras diferencias.
Pero la verdad solo es una. La Biblia nos dice cual es la verdad. Jesucristo, el Hijo de Dios y Creador del universo, es la Verdad, y su Palabra es toda verdad. Eso está más que demostrado por Su resurrección de entre los muertos, lo cual es el hecho más probado de toda la historia. El que quiere seguir la verdad, sigue a Jesucristo no a gente que está en contra de él. Estos son anticristos pues lo niegan sin ningún reparo.
El camino al Anticristo ya está trazado. Todo el que niega al Hijo de Dios es anticristo (1 Juan 4:1-6).
Así que, amigos, hermanos, cuando oigan a los darwinistas decir que mentimos, no se asombren, ni se preocupen, pues en sus mentes están convencidos de ello, pero nosotros sabemos quién es el que de verdad miente aunque lo hagan sin saberlo.
Los darwinistas no mienten intencionadamente, es solo que son incapaces de ver las cosas como son en la realidad. Por eso hay que comprenderlos y ser pacientes con ellos, pues algunos es posible que algún día puedan entender y ver lo que nosotros entendemos y vemos.
Oren por ellos.
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