Relojes y Oraciones.

OrandoDaniel… se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.Daniel 6:10.

Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia…Efesios 6:18.

» Escuchelo aquí… en su dispositivo Móvil [iPod, iPhone, iPad, Androide ó Celular]

Los relojes de pulsera, de mesa y de pared forman parte de nuestra vida cotidiana. El trabajador trata de no llegar tarde al trabajo, el cocinero programa la duración de la cocción de un plato y la madre sabe a qué hora salen sus hijos del colegio. Después del rudimentario reloj de arena, apareció el reloj como tal, inventado por unos monjes a finales del siglo 13. Este ingenioso instrumento fue construido con el objetivo de fijar su tiempo de oración.

Incluso si somos exhortados a orar en todo tiempo, es importante que reservemos unos momentos precisos en el día para dirigirnos a Dios. El profeta Daniel tenía la costumbre de marcar sus días mediante tres momentos de oración. Sin hacer de esto una ley, podemos imitarlo. Desde la mañana, en oración, leamos la Palabra de Dios. David decía: “Oh Señor, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti, y esperaré” (Salmo 5:3).

Así la ayuda de Dios se nota en nuestras ocupaciones cotidianas. Al mediodía, la hora del almuerzo es una ocasión más para dar gracias a Dios. El final de un día de trabajo a menudo es el momento que escogen las familias para reunirse. Esta es una nueva ocasión para expresar nuestra confianza en Dios, para exponerle nuestras dificultades e interceder por los que están pasando por situaciones difíciles. Reservemos esos momentos a lo largo del día para hablar a nuestro Dios, y escucharlo.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.