ROMANOS 8:28

Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito. Creo, sin muchas dudas, que este es uno de los versos más difíciles de aceptar por los cristianos. A mí, por ejemplo, me ha sido muy duro tener que decir «gracias» cuando las cosas no están saliendo como a mí me gustaría. Claro, después de años de andar con Jesús, he tenido que aprender a aceptar que todo me ayudará a bien. Especialmente las cosas que no me gustan que sucedan en mi camino. Piedras en la senda, personas que lastiman, otros que nos dejan, enfermedades, estar hospitalizado dos noches sin saber cómo se pagará la cuenta… y muchas cosas más… Hace poco fui a visitar a mi mamá para el día de la madre. Voy, por costumbre, a visitarla dos veces al año allá  donde ella vive, en el norte. Resulta que el lunes diez de mayo que debía estar en mi casa, celebrando a mi esposa al medio día, me encontré en Miami con que mi vuelo se había cancelado. Como se imaginará, eso trastornó mis planes. Me movieron la alfombra bajo mis pies. Me sacudieron mi zona de confort… Empecé a repetirme: esto ayudará a bien… esto ayudará a bien… esto ayudará a bien. Claro, no sabía cómo eso iba ayudar a bien. Pero, después de un buen periplo con los agentes de la línea aérea, logré un asiento en un vuelo a este país vía Nicaragua. En lugar de estar en casa a las once de la mañana, llegué a las siete de la noche… Aún no sé qué hizo el Señor con ese retraso, pero logré llegar sano y salvo. Gloria al Señor… Y así son las cosas. Nunca sabré qué se movió, quien me vio, a quien afecté con mi paciencia (que no fue fácil aplicarla), y muchas otras cosas que sucedieron en esa ocasión. Entonces, este precioso verso veintiocho de Romanos ocho nos saca de quicio… ¿En qué puede ayudar a alguien que cayó en la cárcel? ¿En qué le puede ayudar a alguien que pierde el empleo? ¿En qué le puede hacer bien a un esposo cuando lo abandona su pareja? ¿Cómo puede ayudar a bien cuando usted no tiene para pagar la renta? ¿Cómo le ayuda a una madre cuando no tiene pan para sus hijos? ¡Buenas preguntas…! ¿no cree? Sin embargo, si la Biblia lo dice, tiene que ser cierto. Y, como le conté líneas antes, no sé en qué me pudo ayudar mi cancelación del vuelo, pero sé que algo bueno salió de allí. Aún no lo he visto, pero sé que para algo sirvió… Al fin y al cabo es el Señor quien tiene el control de todo. Él manda y  nosotros obedecemos… Finalmente una pregunta: ¿Cómo aplicaría usted Romanos 8:28 en su propia vida?

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