SALMO 114. DIOS TRANSFORMA

Estremécete, tierra, ante el Señor,
en presencia del Dios de Jacob,
que transforma la roca en estanques,
en fuente el pedernal.


Un breve salmo que narra la salida del pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto y su entrada y posesión de la tierra prometida. El salmo salta de una realidad, Egipto, a la otra, la tierra de Canaán, sin entretenerse en narrar los años y años por el desierto.

Mi atención se ha centrado en el párrafo reproducido al comienzo de esta entrada, Dios transforma la aridez en vida.

Todos nosotros desearíamos que Dios quitara de nuestras vidas las crisis, los problemas, el sufrimiento, la necesidad y tantas y tantas cosas que nos abruman, oprimen y abaten. Forman parte de la vida de cualquier persona y dudo que Él vaya a suprimirlas.

Si las quitara, nos privaría de las oportunidades para desarrollarnos. Sin embargo, he pensado acerca de la capacidad que Dios tiene de volver esas situaciones y experiencias áridas de nuestra experiencia humana en fuente de vida, crecimiento y madurez como persona y como seguidor suyo.

El Señor puede darle la vuelta a las circunstancias que nos envuelven y convertir esos desiertos en manantiales y ayudarnos a desarrollarnos como seres humanos y parecernos más a Jesús por media de ellas.

Creo que en vez de huir del sufrimiento o pedirle a Dios que lo quite, debo aprender a vivir con él y pedirle al Señor lo use para formar su carácter en mí.


Un principio

Dios transforma los problemas en oportunidades de crecimiento.

Una oración

El conocimiento de las buenas noticias de Dios en Chile.


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