Dónde está tu Dios?
Pero al leer el salmo he estado pensando en tantas y tantas ocasiones en que personas que no son creyentes me han hecho esa misma pregunta, ¿Dónde está tu Dios?. Habitualmente la cuestión es planteada en momentos de grandes catástrofes que afectan a miles y miles de personas. Situaciones tales como terremotos, inundaciones, masacres y cosas similares.
En otras ocasiones, la pregunta es planteada cuando sucede algo que, tal vez no es de tanta magnitud como lo anterior, pero por su peculiaridad resulta tremendamente impactante. Puede tratarse de cosas que suceden a los más débiles y vulnerables, niños, enfermos, ancianos.
He sido confrontado con esa pregunta cuando mi interlocutor está sufriendo física, emocional, espiritual o intelectualmente o una combinación de todo ello y considera que Dios debería de hacer algo en su favor, incluso cuando durante toda su vida ha vivido sin tener para nada en cuenta al Señor.
Finalmente, me he hecho esa pregunta yo mismo cuando delante de algunas situaciones no he podido entender por qué Dios no ha intervenido en la historia y en mi pequeña historia. He de reconocer que no siempre tengo respuesta para esa pregunta.
Al pensar en el silencio de Dios y en su ausencia han venido a mi mente las palabras del libro de Hebreos:
por medio de su Hijo, a quien nombró heredero de todo,
y por quien creó el universo.
El es el reflejo de su gloria,
la imagen misma de lo que Dios es.
Cuando me pregunto y me pregunten ¿Dónde está tu Dios? Mi respuesta es: en Jesús.
Jesús es Dios presente en la experiencia humana.
Una oración
Por el conocimiento de las buenas noticias en Argentina.
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