Dichosos los que van por caminos perfectos,
los que andan conforme a la ley del Señor.
Dichosos los que guardan sus estatutos
y de todo corazón lo buscan.
Jamás hacen nada malo,
sino que siguen los caminos de Dios.
Tú has establecido tus preceptos,
para que se cumplan fielmente.
¡Cuánto deseo afirmar mis caminos
para cumplir tus decretos!
No tendré que pasar vergüenzas
cuando considere todos tus mandamientos.
Te alabaré con integridad de corazón,
cuando aprenda tus justos juicios.
Tus decretos cumpliré;
no me abandones del todo.(Salmo 119:1-8)
Enséñame, Señor, a seguir tus decretos,
y los cumpliré hasta el fin.
Dame entendimiento para seguir tu ley,
y la cumpliré de todo corazón.
Dirígeme por la senda de tus mandamientos,
porque en ella encuentro mi solaz.
Inclina mi corazón hacia tus estatutos
y no hacia las ganancias desmedidas.
Aparta mi vista de cosas vanas,
dame vida conforme a tu palabra.
Confirma tu promesa a este siervo,
como lo has hecho con los que te temen.
Líbrame del oprobio que me aterra,
porque tus juicios son buenos.
¡Yo amo tus preceptos!
¡Dame vida conforme a tu justicia!(Salmo 119:33-40)
PAZ Y BIEN ¡¡¡
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