SANTIAGO ESTUDIO 11. CONFUSIONES ACERCA DE LA FE

SANTIAGO 2:18-26

18 Uno podrá decir: «Tú tienes fe, y yo tengo hechos. Muéstrame tu fe sin hechos; yo, en cambio, te mostraré mi fe con mis hechos.» 19 Tú crees que hay un solo Dios, y en esto haces bien; pero los demonios también lo creen, y tiemblan de miedo. 20 No seas tonto, y reconoce que si la fe que uno tiene no va acompañada de hechos, es una fe inútil. 21 Dios aceptó como justo a Abraham, nuestro antepasado, por lo que él hizo cuando ofreció en sacrificio a su hijo Isaac.[h] 22 Y puedes ver que, en el caso de Abraham, su fe se demostró con hechos, y que por sus hechos llegó a ser perfecta su fe. 23 Así se cumplió la Escritura que dice: «Abraham creyó a Dios, y por eso Dios lo aceptó como justo.»[i] Y Abraham fue llamado amigo de Dios.[j]

24 Ya ven ustedes, pues, que Dios declara justo al hombre también por sus hechos, y no solamente por su fe. 25 Lo mismo pasó con Rahab, la prostituta; Dios la aceptó como justa por sus hechos, porque dio alojamiento a los mensajeros y los ayudó a salir por otro camino.[k] 26 En resumen: así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe está muerta si no va acompañada de hechos.

La fotografía que encabeza esta entrada es la famosa escuela de Atenas, cuadro pintado por Rafael para el papa Julio II. Leer este pasaje de Santiago me ha hecho pensar en la terrible influencia que el pensamiento griego ha tenido y sigue teniendo en nuestra manera de entender el seguimiento de Jesús.

Esto es evidente en nuestro concepto de qué es la fe. Debido a esa influencia hay la errónea creencia que creer y tener fe son cosas pura y principalmente intelectuales, que tienen que ver con el estar de acuerdo con una serie de proposiciones teóricas. Tiene fe, aquel que cree las cosas correctas, aunque esta creencia no vaya acompañada del estilo de vida correcto.

Santiago con su habitual contundencia corta de raíz semejante idea al afirmar que nadie mejor que el diablo conoce a Dios y su carácter y cree en Él en el sentido intelectual de la palabra. ¿De qué le sirve su creencia en el Dios verdadero? ¡Para nada!

Por tanto, y a fin de evitar problemas posteriores, es importante asegurarnos que nuestra fe es genuina y auténtica y esto solamente puede ser probado por el estilo de vida que produce, por sus frutos los conoceréis, afirmó el Maestro a quien seguimos. La carencia de frutos evidencia la carencia de fe. La ausencia de frutos evidencia la falta de vida espiritual porque fe y obras son dos realidades inseparables, dos caras de una misma moneda.

Un principio

La ausencia de obras evidencia la falta de vida espiritual

Una pregunta

¿Fe al estilo griego o fe al estilo judío?


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