Seré propicio

 

“Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más
me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades” Hebreos
8:12

 

Los que conocen muy bien este blog se darán cuenta he escrito
mucho sobre la iniquidades por mandato de Dios. Hace un tiempo le
preguntaba a Dios sobre este asunto y además de que el poco a
poco me fue dirigiendo, instruyendo y guiando sobre este tema.
También mi carne luchaba para saber si era lo correcto. Ahora
entiendo que hay un gran número de cristianos batallando con la
iniquidad y al mismo tiempo he entendido la gran necesidad del
pueblo de Dios de entender los planes de Dios.

Dios conoce perfectamente al ser humano y conoce los mecanismos o
patrones de pensamientos que gobiernan nuestras vidas.

 

“Pero la ley se introdujo para que el pecado
abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia”.
Romanos 5:20     

 

Cuando Dios dio la ley de los diez mandamientos ya abundaba el
pecado y entre la gente más se esforzaba, mas pecaba. Los humanos
tenemos esa debilidad de sentirnos auto suficientes, creemos que
algún día lograremos ser perfectos… sin Dios. Esa ley echa fuera
a Dios y nos dice que algún día podremos ser iguales a Dios.

 

 

“Porque
seré propicio a sus injusticias”

 

 Propicio en una palabra muy amplia que quiere decir
apropiado, necesario, justo. Todos hemos visto recipientes que
necesitan una tapa o tapadera para cerrar herméticamente. Son
tapas que solamente quedan justamente en esos recipientes.
Frecuentemente vemos tapadera de los vasos para el café o
refrescos que solamente quedan en ciertos recipientes. Es decir
son ideales para esos vasos. Eso es ser propicio.

En el tabernáculo de la presencia de Dios, en el lugar más
exclusivo de la presencia de Dios había un contenedor llamado el
arca del pacto. Ese contenedor o arca tenía una tapa, esa tapa
era llamada propiciatorio. Era una tapa fue diseñada ala
perfección para ese contenedor famoso llamado el arca del
pacto.     

Las injusticias son todas aquellas cosas que nos hacen
inaceptables delante de Dios. Todas las cosas que nos impiden
gozar de la gloria de Dios son injusticias. Caín trajo una
ofrenda delante de Dios de frutas y verduras que él había
cosechado con su propio esfuerzo. Fue una ofrenda que el diseñó y
escogió para Dios. Abel por su parte trajo la ofrenda que podía
cubrir temporalmente los pecados de Abel, fue una ofrenda que él
no pudo fabricar con sus propios esfuerzos. Fue una ofrenda que
Dios diseño de manera temporal para hacer aceptable al hombre
temporalmente mientras la humanidad esperaba a Jesucristo. 
       

 

La biblia dice que el desprecio todo lo que el hombre puede hacer
con esfuerzos humanos para aceptar solo el sacrificio de Cristo.
Es decir antes de Cristo las ofrendas de corderos sin defecto
solo cubrían temporalmente nuestras fallas y al mismo tiempo
anunciaban el sacrificio de Cristo.  

Esos sacrificios se rociaban sobre la tapa del arca y de esa
manera esa sangre cubría nuestros pecados y nos hacia aptos para
recibir la bendición de Dios. Cuando Dios dice:

 

“Porque seré propicio a sus
injusticias”

 

Nos está diciendo que él a través de Jesucristo nos iba a proveer
de todo lo necesario para hacernos aptos, para hacernos
completamente aceptables, para hacernos perfectos ante Dios.

 

“Y nunca
más me acordaré de sus pecados y de sus
iniquidades”
   

     

“Y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y
vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y
santidad de la verdad. Por lo cual, desechando la mentira, hablad
verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de
los otros”. Efesios 4:23-25

 

En Cristo ya no valen nada nuestros actos, nuestras obras,
nuestras justificaciones, nuestras credenciales, nuestra raza,
nuestras perfecciones, ni nuestras imperfecciones. Nuestros
pecados e iniquidades ya no valen nada delante de Dios si hemos
aceptado a Cristo como el pago justo y propicio de nuestros
pecados e iniquidades.

 

Todo lo que nos separaba de la bendición ya ha sido eliminado si
creemos que el pago de Cristo en la cruz lo hizo.

 

Oración:

Te damos gracias Señor porque en el cielo no hay registro de mis
pecado, te alabo Señor porque tu misericordia es tan grande que
fue suficiente para lavarnos para siempre. Tu misericordia es tan
grande que nos limpio para siempre y nos hace aptos para siempre
de estar delante de ti.

Todos nuestros pecados e iniquidades fueron clavados en la cruz,
todos nuestros están en el fondo del mar y nunca más te acuerdas
de ellos. Ninguna iniquidad tiene poder sobre nosotros. Ningún
pecado pasado, presente y futuro tiene poder ni dominio sobre
nosotros. Tu eres propicio, tu eres todo lo que necesitamos,
porque tu lo eres todo y todo lo has cubierto por amor. Te damos
gracias y te alabamos con todo nuestro corazón. Amén.

 

¿Crees esto? Si crees esto, simplemente vive en esa libertad que
Cristo gano por nosotros.

 

Bendiciones

 

Abdiel Salas

[email protected]

 

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