Tus palabras producen vida o muerte

 FVNHUSPV6ZN6

¿Quién es el hombre que desea vida, Que desea muchos días para ver el bien? Guarda tu lengua del mal, Y tus labios de hablar engaño. Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela. Salmo 34:12-14

 

Esta es una de las revelaciones más importantes que posee la biblia. Normalmente pensamos que las bendiciones vienen por nuestra inteligencia o nuestra manera de relacionarnos. No sin hacer un lado tu inteligencia y tu manera de relacionarte pero hay un problema que lejos de beneficiarte te perjudica.

En la biblia hay demasiados pasaje que hablan de la importancia de nuestra palabras.

 

“La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.” Proverbios 18:21

 

Comer los frutos de tus labios es recibir lo que siembran tus labios. Con tus palabras puedes herir y maldecir y con tus mismos labios puedes alabar a Dios.

 

El pequeño timón que dirige tu vida

 

“Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere. Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!  Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.  Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.

 

Lo creas o no tu lengua está dirigiendo toda tu vida, si de tu boca sale maldición y bendición realmente hay confusión en tu vida y esta no puede traer bendición. Proverbios 18:21 dice que hay poder en tu lengua a través de las palabras que hablas. Santiago nos dice que la lengua gobierna nuestra vida porque no se puede domar.

 

Las palabras son el producto de nuestros pensamientos y no podemos negar lo que realmente somos cuando nuestros labios conducen toda nuestra vida. Nuestras palabras nos delatan. Nos condicionan a vivir la vida de la manera que hablamos.

Repite una mentira muchas veces y te darás cuenta que terminas por creértelo.

 

Principios de Vida que funcionan:

 

“Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;  y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.  Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas”. Deuteronomio 6:5-9

 

¿Porque debemos repetir y hablar palabra de Dios, sus promesas? Simplemente porque somos y nos convertimos en la persona que hablamos y repetimos que somos. Piensa por un momento, si hoy eres un abogado, piensa cuantas veces los hablaste con tu boca “seré un abogado”. Si eres una persona odiosa, piensa cuantas veces mencionaste “yo quiero ser odioso, que la gente no me soporte” , si eres un bandido, cuantas veces dijiste “yo seré un bandido”.

 

Todo eso se cumplió en ti, y ahora eres lo que tus palabras hablaron, repitieron y se cansaron de decir.

 

El pueblo de Israel nunca se canso de decir mentiras y despreciar a Dios y rechazar sus promesas, por lo cual Dios dijo:

 

” ¿Hasta cuándo oiré esta depravada multitud que murmura contra mí, las querellas de los hijos de Israel, que de mí se quejan? Diles: Vivo yo, dice Jehová, que según habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros”. Números 14:27-28

 

Con nuestras palabras menospreciamos a Dios y sus promesas, es por eso que debemos tener cuidado de la queja y de las palabras que mencionamos. ¿Cuál es tu Egipto? ¿Qué cosas anhelas de Egipto que tu sabes que están mal?

 

“Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo. Pero al pueblo dirás: Santificaos para mañana, y comeréis carne; porque habéis llorado en oídos de Jehová, diciendo: !!Quién nos diera a comer carne! !!Ciertamente mejor nos iba en Egipto! Jehová, pues, os dará carne, y comeréis. No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días, sino hasta un mes entero, hasta que os salga por las narices, y la aborrezcáis, por cuanto menospreciasteis a Jehová que está en medio de vosotros, y llorasteis delante de él, diciendo: ¿Para qué salimos acá de Egipto?” Números 11:16-20

 

Cuando empieza el Salmo 34 dice:

 

Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca. Salmo 34:1

 

Es necesario que hablemos bendición, cuando las palabras de Dios están de continuo en nuestra boca es imposible que salgan maldiciones para los demás y para nosotros mismos.

 

Bendice ahora mismo el nombre de Dios y agradécele por todas las cosas que estas pasando y todo lo que te ha dado. Si él lo ha prometido lo va a cumplir, no traigas maldiciones tu vida por tus palabras.

 

Llénate de su palabra:

 

“Entonces Jehová respondió a Moisés: ¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová? Ahora verás si se cumple mi palabra, o no”. Números 11:23

 

Debemos hablar, repetir las promesas de Dios hasta que se impregnen en nuestra vida, de tal manera que nuestra boca hable palabra de Dios, promesas de Dios.

 

“Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos’ 2 Corintios 4:13

 

Debemos hablar conforme a lo que está escrito, la fe comienza con la decisión de creer, de creerle a Dios y creer su palabra.

 

Dios le dijo a Moisés:

 

“Ahora verás si se cumple mi palabra, o no”.

 

Dios quiere que seamos semejantes a él, que dignifiquemos la figura de el a través de nuestros labios y nuestra vida completa.

Hay promesas de Dios esperando que te atrevas a hablarlas con tus labios, en tu boca hay poder de bendecir. Para declarar las promesas de Dios. Bendice tu vida ahora mismo, la de tus hijos y tu familia.

Bendiciones!

 

[email protected]

Leer Tus palabras producen vida o muerte en Blog Cristiano de Abdiel Salas


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.