Un retorno a Dios


Hoy le escribí lo que está debajo a un amigo y me pareció bueno copiarlo aquí:

La Iglesia, en general, se encuentra en una ignorancia y superficialidad que sin duda preocupa. ¡Cuanto necesitamos orar para que esto cambie! Y cuanto necesitamos a hombres que no le teman a nada más que a Dios (como decía Wesley) y prediquen la Palabra de Dios sin otra motivación que el celo por la gloria de Dios y el amor a otros.

Por favor, roguemos para que el Señor despierte en muchos de nosotros:
– conocimiento de él
– vidas que reflejen ese conocimiento

Te confieso que estoy preocupado por ver dos polos opuestos de un error:
1- la «mentalidad Rick Warren» en medio de la Iglesia
2- por el otro lado, existen hermanos con conocimiento de la Palabra, pero fríos, secos y llenos de orgullo por lo que creen que saben. Creyéndose superiores a los de la «mentalidad Rick Warren» pero no muy distantes a aquellos escribas y fariseos cuya religión no se trataba más que de un «debate religioso».

En este tiempo me preocupan tanto unos como los otros. Me preocupan dentro mío y dentro de los demás.
Me sorprendió hace poco el encontrar que esta era también la lucha de Martyn Lloyd Jones. Predicaba y enseñaba tanto contra el libertinaje en medio de la Iglesia como contra aquel «cristianismo» que se vuelve una especie de intelectualismo, donde todo se trata de quien sabe más. Un orgullo espiritual sin vida.
En un recuento de su vida encontré esto:
«Cuando el movimiento ecuménico liberal hizo más y más concesiones a las corrientes de opinión mundana, él apoyó el éxodo desde aquellas denominaciones».
«En los años 60’s, él estaba ansioso porque el énfasis en la sana doctrina recientemente recuperado no se convirtiese en una árida dureza doctrinal… Para neutralizar este peligro… él habló mucho de la necesidad de la vida en el Espíritu Santo».

Creo que son dos polos de una misma esfera: una vida seca.

No estoy diciendo que los demás están equivocados y que yo soy el que está en el equilibrio justo y lleno de la vida de Dios. NO.
Lo que digo es que me preocupa tanto en mí como en otros.

Necesitamos verdaderamente un despertar, un avivamiento. Pero NO en el sentido que le han dado muchos. Sino lo que expresó muy bien Richard Owen Roberts: «Todo avivamiento verdadero constituye un retorno de las personas a Dios» («La predicación que pone barreras al avivamiento»).

Un retorno a Dios con TODO lo que esto significa. Es mucho más que solo volver a orar más tiempo. Es mucho más que solo volver a leer la Palabra más tiempo. Aunque cuan necesario es todo eso para nuestras vidas. Se trata de MÁS DE CRISTO EN NUESTRA VIDA, Y MENOS DE NOSOTROS.
Lo cual hemos oído tanto en canciones expresadas con tanta superficialidad que creo que la frase ha perdido su poder.
¡Pero es eso lo que necesitamos!.

«Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa.
Por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos.
Y llamé la sequía sobre esta tierra, y sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre el aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos» (Hageo 1:9-11)


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