Una agenda equilibrada

El Señor quiere que alcancemos nuestro máximo potencial, para llegar a ser las personas que él quiere que seamos, y para que realicemos las tareas que ha dispuesto para nosotros. En nuestra sociedad, debemos tener una agenda equilibrada si queremos vivir de acuerdo con los propósitos de Dios. Cuando a algún aspecto le falta equilibrio, nuestra relación con el Señor y con los demás es afectada, reduciendo nuestra eficacia como servidores de Cristo.

  1. Nuestra principal prioridad debe ser tener un tiempo a solas con el Señor cada día, para desarrollar nuestra relación con él y recibir orientación.
  2. El tiempo con la familia y los amigos también es esencial porque ellos son parte importante de los planes de Dios para nuestras vidas.
  3. Aunque el Señor no aprueba la pereza, tampoco quiere que estemos demasiado absorbidos por nuestra profesión.
  4. Si queremos lograr los planes de Dios para nosotros, tenemos que cuidar de nuestros cuerpos, apartando un tiempo para el ejercicio, el descanso y la recreación.
  5. La Biblia también ordena que nos reunamos con otros creyentes para la adoración (He 10.24, 25). Aunque hay quienes tienen limitaciones que les impiden hacerlo, la mayoría de nosotros no tenemos ninguna excusa para no ir a la iglesia por estar demasiado ocupados.

Todos estos aspectos necesitan espacio en su vida, pero yo no puedo decirle cómo distribuir su tiempo. El Señor tiene planes específicos para cada persona, y él es el único que puede dirigir con precisión su agenda. Busque su orientación, escuche su voz, y haga los cambios que él traiga a su mente.

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