¡Al fin una madre!

 

”Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste. Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan”. Lucas 11:27-28

 

 

Este pasaje me dio mucha risa cuando lo estaba leyendo, yo me imagino a esta mujer, al fin madre y pensando como una buena mama y en la gran bendición de ser madre. Al observar a Jesus en su sabiduría ella se sintió muy orgullosa de ser madre, me imagino que tomó suficiente aire y se preparó. Me imagino que ella se aseguro que todos la escucharan, se paro bien, agarro más aire y valentía y grito:

 

 

<<  “Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste” >>

 

 

 

Imagínate esta escena en cámara lenta, yo me imagino hasta los pensamientos que pasaron por la mente de esta mujer. Al mismo tiempo ella inspirada por el sentimiento y la emoción de ser madre. Sin duda ella se asombró por la sabiduría con la que hablaba Jesus. Nadie más con un sentimiento de orgullo podría haber dicho esto.

Y es que lo que Jesus enseñaba tenía sentido, hacia lógica y aparentemente provenía de una mente ágil, sabia e inteligente. No se le entendía todo por supuesto ya que era complicado, pero ella estaba deslumbrada por el conocimiento de Jesus.

 

Jesus se volteo y con tono suave y amoroso le dice:

 

“Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan”

 

¡Bum!, en ese momento Jesus suelta mas sabiduría e inteligencia. Jesus sabía que muchos no entendían la profundidad de las enseñanzas, al mismo tiempo Jesus estaba consciente de que mucha gente escuchaba, pero no estaba dispuesta a practicar la palabra de Dios. Exactamente pasa hoy lo mismo.

 

El ser humano tiende a ser superfluo, vemos pero no entendemos, oímos pero no interpretamos. Nos fijamos en cosas muy superficiales. Y no nos enfocamos en lo que realmente interesa. Más adelante Jesus le dice a la gente: “Generación mala”.

 

Yo no sé cómo te caería esta palabra a ti. Esta palabra es muy fuerte, esta palabra indica género, indica toda una raza, se refiere a toda la gente que está en la plenitud de la vida física. Y les llama generación mala. Jesus les replica:

 

“Esta generación es mala; demanda señal, pero señal no le será dada, sino la señal de Jonás”. Lucas 11:29

 

Una señal que indica que alguien no está escuchando, es que ese alguien que te habla de algo diferente a lo que tu estas tratando de explicar. Me he topado con personas que tú les explicas y por alguna razón no tienen la habilidad de escuchar y procesar la información. Antes de que tú termines de hablar ellos ya tienen una respuesta en su boca. Y nunca prestaron atención a lo que tenían que escuchar.

Pero déjame decirte, así estamos mucha gente. Cuando se trata de escuchar, no hacemos una pausa para tratar de entender. Estamos más ocupados con nuestros sentimientos y emociones que se nos va lo principal.  En este pasaje la gente buscaba señal y la señal la tenían en frente de sus ojos.

Yo me imagino a mucha gente “Señor mándanos una muestra de tu amor y de tu misericordia”, “Señor mándanos al Mesías, al Rey y Libertador”. ¡Y nunca lo vieron!. ¿Porque?

 

Dios, Jesus y su Espíritu Santo están hablando todo el tiempo a sus hijos, pero sus hijos están tan ocupados en sus cosas que no le ponen atención. Jesus dijo claramente:

 

“Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan”

 

¡Ellos querían la señal que ellos querían ver, no la Dios les enviaba! Ellos no podían ver a Jesus porque en su mente y en su corazón no deseaban ver al Mesías así como Dios lo envió. Lo querían a su manera y para sus propósitos.

 

El deseo de Jesus es bendecir a las personas, pero las personas quieren la bendición a su manera, a su forma de ver las cosas. Quieren su señal y no aceptan la señal que viene de Dios. Quieren una señal con los parámetros de sus pensamientos y de sus emociones. Muchas veces la bendición esta tan cerca de ti y no la has visto. Solo presta atención, apaga el ruido de tus emociones y pensamientos. Y mira la señal que Dios te esta enviando.

Apártate del bullicio de tus pensamientos, del escándalo de tus emociones y lo ruidoso de tus creencias. No importa que estés en el lugar más ruidos o el más callado. Si no apagas el ruido de tus propios pensamientos, sentimientos y emociones, no puedes experimentar el oír la palabra de Dios. La voz de Dios. La viva voz de Dios.

 

Jesus te habla todo el tiempo y te dice:

 

“La felicidad esta en escuchar mi palabra y ponerla en practicar”

 

Queremos las bendiciones de Dios pero no estamos dispuestos a obedecer lo que Dios dice, nos pasamos la vida escuchando mensajes, predicaciones y leyendo la palabra de Dios. Pero no estamos dispuestos a obedecer, queremos las bendiciones pero no queremos obedecer lo que Dios dice. Jesus fue claro y dijo:

 

 

“Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”. Juan 15:7

 

 

Jesus dijo:

 

“Pedid todo lo que queréis, y os será hecho”.

 

Pero cuantos podemos decir,” ¡Yo tengo todo lo que le he pedido a Dios!” ¿Sera que la palabra de Dios es mentira? La verdad de las cosas es que Jesus condiciona esta promesa:

 

“Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros”.

 

La verdad de las cosas, nos gustan las bendiciones pero no nos gusta sujetarnos a la palabra de Dios. Simple y sencillo. Escuchemos y hagamos lo que Dios nos pide. Entonces seremos bendecidos, entonces seremos bienaventurados. Entonces pediremos todo lo que queremos y lo recibiremos. ¡Es promesa de Dios!.

 

Bendiciones!

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Leer ¡Al fin una madre! en Blog Cristiano de Abdiel Salas


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